Un total de 46 personas, incluido un exdirector de la estatal Petrobras, fueron señaladas por la policía federal de integrar una amplia red criminal que habría movilizado unos 4.500 millones de dólares en lavado de dinero y tráfico de drogas.
Un exdirector de Refinación y Abastecimiento de la petrolera, Paulo Roberto Costa, ya fue detenido por la policía el pasado 21 de marzo en medio de esta investigación conocida como “Operación lavacoches”.
Además de Costa, está preso Alberto Youssef, un cambista de dinero o “doleiro”, como se les conoce en Brasil por ser el dólar la principal moneda con la que operan. Otras 13 personas en prisión preventiva y dos están fugadas, según versiones de prensa.
La operación investiga una red criminal sospechosa de mover más de 10.000 millones de reales (unos 4.500 millones de dólares) entre cambio ilegal, lavado de dinero y tráfico de drogas, así como el comercio ilegal de diamantes y la corrupción de agentes públicos, entre otros actos ilícitos.
La fiscalía decidirá en los próximos días si imputa a los 46 señalados de delitos que abarcan asociación para delinquir, crimen contra el sistema financiero, lavado de dinero y narcotráfico.
La PF informó en un comunicado de la apropiación de tres hoteles y residencias de lujo. Se incautaron además 25 vehículos, 6 millones de reales (USD 2,6 millones) en efectivo, joyas y obras de arte.
La semana pasada, Petrobras entregó a la PF documentos requeridos para esta investigación.
Este es el último de una larga serie de problemas para la petrolera estatal, que ha perdido miles de millones de dólares en valor de mercado en los últimos cinco años.
Sospechas de sobornos y polémica por la supuesta compra sobrevalorada de una refinería han puesto en aprietos a la gigante estatal brasileña, complicando no sólo al gobierno, sino a la propia presidenta Dilma Rousseff en pleno año electoral.