El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, celebra este martes un nuevo encuentro con dirigentes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para poner fin a más de dos meses de protestas antigubernamentales, con saldo de 41 muertos y más de 600 heridos.

El encuentro fue convocado por la vicepresidencia para realizarse al final de la tarde del martes, pero no ofreció detalles sobre el formato o si será de carácter público, aunque se espera la presencia de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y de representantes de la nunciatura apostólica en Caracas.

Esta es la tercera reunión que celebran gobierno y oposición luego de un primer encuentro el pasado 7 de abril con el acompañamiento de cancilleres de la Unasur, que trabajaron a marchas forzadas para que se produjera el encuentro realizado a puerta cerrada y con la participación del presidente Nicolás Maduro.

La noche del pasado jueves, oposición y gobierno se vieron las caras en un inédito encuentro que duró hasta la madrugada del viernes, transmitido en cadena nacional de radio y televisión y en el que participó Maduro y el líder opositor y gobernador de Miranda, Henrique Capriles.

La MUD informó este lunes que ya prepara a su “equipo de seguimiento para el diálogo” que será coordinado por el subsecretario de la coalición, Ramón José Medina, e incluirá a varios diputados.

“Con ellos se coordinarían los encuentros, así como los grupos de trabajo y cualquier contacto” con el gobierno, añadió un comunicado de la MUD.

La MUD demanda una agenda de diálogo que contemple una ley de amnistía para presos políticos, el desarme de grupos civiles presuntamente ligados al chavismo y una comisión independiente que esclarezca los hechos de violencia en más de dos meses de protestas.

Maduro, que rechaza las demandas de la oposición, ha reiterado que en estos encuentros no se busca una negociación y propone como agenda impulsar programas de pacificación y desarrollo económico.

En el encuentro del viernes el nuncio apostólico y los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador participaron como “testigos de buena fe”, una de las condiciones clave de gobierno y oposición para que se diera el encuentro.

El ala radical de la MUD ha rechazado el diálogo con el gobierno por considerar que no están dadas las condiciones, como la liberación de los detenidos, entre ellos dirigentes opositores como Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular.

Las manifestaciones opositoras en Venezuela se iniciaron en San Cristóbal (oeste) el 4 de febrero con reclamos por la inseguridad en las universidades y se extendieron a otras ciudades por la crisis económica, la represión policial y la detención de opositores.