El director de la compañia Teatro Inmóvil comentó la dificultad de inculcar el teatro en los niños y jóvenes para que se queden encantados, y que no sientan que están “vacunados” y no vayan nunca más a ver una obra.

Se refirió también a la dura realidad del teatro en Chile: “Nos es más fácil ir a actuar a Lisboa que a Iquique”, dice, porque no existe la infraestructura adecuada. Sin embargo, “nuestra misión está acá, en educar, en hacer clases, difundir”, confiesa, agregando que el rol del teatro no es entretención, sino entregar un mensaje.