Un doble atentado con bomba dejó este lunes al menos 71 muertos y 124 personas heridas en una estación de autobuses cerca de Abuya, donde acudió el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, quien prometió acabar con la insurrección del grupo islamista Boko Haram.
Una doble explosión tuvo lugar en la estación de autobuses de Nyanya, unos 5 km al sur de la capital de Nigeria, a las 06H45 (05H45 GMT), que además causó daños en varios vehículos, en su mayoría, autobuses y en varias tiendas de las inmediaciones.
“La explosión de bombas en la estación de Nyanya causó decenas de muertos”, declaró a la AFP Manzo Ezekiel, portavoz de la agencia nacional de gestión de emergencias.
Ningún grupo reivindicó el atentado, aunque la capital del país ha sido blanco en varias ocasiones de ataques del grupo islamista Boko Haram, que busca crear un estado islámico en el norte de Nigeria de mayoría musulmana.
“Hemos perdido a mucha gente”, declaró el presidente Jonathan en la estación de autobuses de Nyanya, donde prometió poner fin a la insurrección del grupo islamista.
“Boko Haram es una página negra en la historia de nuestro desarrollo (…) pero pasaremos página (…) El asunto de Boko Haram es temporal”, afirmó.
El portavoz de la policía, Frank Mba, informó a los periodistas que “hay en total 71 muertos y 124 heridos”. “[Los heridos] están recibiendo tratamiento en hospitales” en Abuya y alrededores, añadió.
El responsable de los servicios de rescate de la agencia nacional de gestión de emergencias, Charles Otegbade, había indicado anteriormente que una de las explosiones procedía de un vehículo situado en el interior de la estación.
“Hemos trasladado algunos muertos a la morgue y algunas personas heridas al hospital”, dijo Otegbade.
Las imágenes difundidas por la televisión privada Channels mostraban una espesa nube de humo procedente de la estación.
El doble atentado se produjo en hora punta, cuando la estación contaba con numerosas personas que iban a trabajar a Abuya, indicó el portavoz de la agencia nacional de los servicios de emergencia, Manzo Ezekiel.
La capital de Nigeria ha sido escenario en varias ocasiones de ataques de Boko Haram, que busca crear un estado islámico en el norte de Nigeria de mayoría musulmana.
El grupo islamista llevó a cabo en 2011 un atentado suicida con coche bomba contra la sede de Naciones Unidas en Abuya, que causó 26 muertos.
En octubre de 2010, un doble atentado sacudió la capital, pero fue atribuido a otro grupo armado sin vinculación con Boko Haram.
Durante la celebración de los cincuenta años de la independencia, dos coches bomba dejaron doce muertos y unos treinta heridos no muy lejos del lugar de la ceremonia oficial.
Este doble atentado se atribuyó entonces al Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger (Mend), un grupo armado que perturbó durante años la industria petrolera en el sur de Nigeria.
Los ataques de Boko Haram han dejado más de 1.500 muertos desde enero de 2014, según Amnistía Internacional, y varios miles de víctimas desde 2009.
Sin embargo, la mayoría de los ataques recientes se concentran en el noreste del Nigeria, su feudo histórico, donde el ejército lleva a cabo una gran ofensiva contra los islamistas.
Este nuevo ataque pone en duda las declaraciones del ejército sobre un debilitamiento del grupo islamista.
El jefe de Boko Haram, Abubakar Shekau, declaró recientemente en un vídeo que el grupo tenía la intención de atacar fuera del noreste.
Nigeria, primer productor africano de petróleo, se encuentra dividido entre un norte de mayoría musulmana y un sur de mayoría cristiana.