Luego de reportes sobre problemas económicos al interior de la Universidad Católica de la Santísima Concepción en la capital del Bío Bío, autoridades de la casa de estudios reconocieron que existe un déficit, pero negaron que se trate de una crisis financiera, a propósito de los últimos despidos registrados.
El traslado de la casa central de la institución a la sede San Andrés ya es un hecho y se concretará a fines de enero. El motivo, según explicaron desde el recinto educacional, es la idea de acercarse a los alumnos, aunque también una estrategia para reducir gastos.
En ese sentido, reconocieron el déficit que enfrentan, y recordaron que las instalaciones de la casa central pertenecen al Arzobispado de Concepción, que les hizo el arriendo.
A esto se suman los últimos despidos, registrados en una unidad que prestaba servicios a empresas de la región y que generaba cifras negativas. Y por otro lado, la salida de un grupo de investigadores que presentaron un proyecto que no rindió los frutos prometidos.
Así lo indicó el vicerrector de Vinculación con la Sociedad, Gonzalo Sanhueza, quien agregó que los despidos no afectaron la planta docente y que fue una medida necesaria, aunque descartando que se trate de una crisis financiera.
La idea al interior de la casa de estudios es primar la eficiencia de los gastos en diferentes ámbitos, más allá de la docencia, para que este nivel no se vea afectado.
Si bien el vicerrector espera que no existan más desvinculaciones, no descartó que esto pueda ocurrir en el futuro.
Según la autoridad, el déficit financiero, que correspondería al 1,8% de los ingresos de la Universidad, se debe entre otras cosas, a los créditos que han tenido que solicitar debido al ritmo poco sistemático en que el Ministerio de Educación entrega los recursos de los estudiantes con beneficios estatales.