Un alto mando de la Marina de México y su asistente fueron asesinados este domingo al ser emboscados mientras viajaban junto a otras dos personas en el convulso estado de Michoacán, donde el martes murieron al menos 24 personas en ataques armados, informaron fuentes oficiales.

“Elementos de la Armada de México, al circular por la autopista México-Morelia, fueron desviados a un camino de segundo orden aproximadamente a 1,5 kilómetros al suroeste de (la comunidad) La Noria, Michoacán, en donde encontraron personas con armas largas, quienes abrieron fuego en contra del vehículo naval”, informó la Marina en un comunicado.

En el ataque “perdieron la vida dos elementos de la Armada de México, entre los cuales se ubicó al vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet”, añadió.

De su lado, el subprocurador regional de Justicia del estado, Jesús Miranda Valencia, precisó a la AFP que la otra persona fallecida es el asistente de Salazar, el segundo maestre Ricardo Francisco Hernández Mercado.

En el momento del ataque, los soldados viajaban con la esposa de Salazar, Rosa María Rodríguez, y el tercer maestre Teornulfo Marcial, quienes resultaron heridos y “fueron trasladadas en un helicóptero de la Marina a un nosocomio”, añadió el funcionario.

Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto manifestó a través de su cuenta en Twiter su “sentido pésame a las familias” de los soldados muertos.

La camioneta de los marinos presenta un número indeterminado de impactos de bala de armas de grueso calibre, pero las autoridades desconocen aún cuántas personas participaron del ataque, ocurrido en una zona agreste cercana al municipio de Churintzio, en el noroeste de Michoacán.

El martes, en la violenta subregión de Tierra Caliente, en el este del estado, se registraron otros seis ataques contra la policía federal en los que murieron dos agentes y al menos 20 “presuntos delincuentes”, de acuerdo con el gubernamental Consejo Nacional de Seguridad (CNS).

Según versiones extraoficiales, los ataques fueron perpetrados por el cártel narcotraficante de Los Caballeros Templarios, cuya infiltración en las instituciones locales y extorsiones contra la población provocó el surgimiento de grupos de civiles armados que buscan defenderse.

Así, el gobierno desplegó en mayo a miles de militares y policías en la zona con el objetivo de garantizar la paz y la seguridad.

A finales de 2006, Michoacán fue la primera región donde el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) desplegó su amplio operativo militar contra los cárteles narcotraficantes, que generó una ola de violencia durante su mandato que causó más de 70.000 asesinatos.