El Papa Francisco dará la bienvenida la noche de este jueves a los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en la emblemática playa de Copacabana, donde se espera a más de un millón de personas.

Pero antes, se reunió con miles de sus compatriotas argentinos en la catedral metropolitana, donde les urgió a sacar a la Iglesia a las calles.

“¿Qué quiero de la JMJ? Quiero que haya lío (…) Quiero lío en las diócesis”, dijo. “Quiero que la iglesia salga a la calle (…) Los colegios, las parroquias, las instituciones (católicas) deben salir. Si no salen, se transforman en una ONG y la Iglesia no puede ser una ONG”, afirmó en español, su lengua materna.

Por la mañana, el papa bendijo las banderas de los Juegos Olímpicos que Rio organizará en 2016 en una ceremonia en el Palacio de la Ciudad a la que asistieron el ex astro del fútbol Zico y el ex basquetbolista Oscar Schmidt, que padece cáncer. Francisco es apasionado por el fútbol e hincha de San Lorenzo.

También recibió las llaves de la ciudad, bendijo a la multitud y les pidió riendo: “Y recen por mí”.