Como esas señoritas que siguen diciendo “No” cuando ya saben que es “Sí”, así, modosamente pero con remilgos y algunos pudores democráticos, el presidente de los Estados Unidos ya le entregó su apoyo total al gobierno golpista del general Sissi, en Egipto, que derrocó al presidente Morsi y que de pasada derrocó también la constitución y cerró el Congreso, y ahora tiene en presidio a más de mil dirigentes políticos leales al presidente legítimo.

Estados Unidos confirmó que le va a mantener el apoyo financiero y militar, e incluso le va a mandar, gratis, nuevas escuadrillas de caza-bombarderos F-16, pero equipados de veras para el combate, no como esos F-16 más bien “amansaditos” que nos vendió a los chilenos.

Las monarquías petroleras, con sonriente aprobación de Washington, le traspasaron ya doce mil millones de dólares al gobierno golpista, de los cuales 8 mil millones son de regalo y sólo los otros cuatro mil millones son un préstamo a largo, largo plazo, y sin pagar interés.

Y, como si fuera poco, el Fondo Monetario Internacional les está tramitando otro préstamo de auxilio, a bajísimo interés, por 1.500 millones de dólares más.

¡Realmente esos golpistas egipcios tienen amigos estupendos! Amigos como hacen falta en estos tiempos de incertidumbre, cuando las metas estratégicas comienza a cambiar precipitadamente, y los que antes eran aliados de repente se ven convertidos en enemigos.

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