La justicia del Vaticano congeló los depósitos de un prelado arrestado el 28 de junio por la policía italiana bajo sospecha de haber servido de “pantalla” para transferencias dudosas procedentes de Mónaco realizadas a través del Banco del Vaticano IOR, anunció el viernes la Santa Sede en un comunicado.
“Por una ordenanza del 9 de julio, el promotor de justicia (fiscal) del tribunal de la Ciudad del Vaticano ordenó la congelación de los haberes a nombre de monseñor Nunzio Scarano en el IOR” (Instituto para las Obras Religiosas), el banco de Vaticano, según dicho comunicado.
Esta medida fue adoptada “en el marco de las investigaciones realizadas por las autoridades judiciales del Vaticano sobre las transacciones sospechosas”, precisó. “La investigación podrá ser extendida a otras personas”, agregó el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, citado en ese texto.
Según la policía italiana, Scarano aparentemente fue utilizado como “pantalla” para transferencias sospechosas procedentes de Mónaco realizadas a través del Banco del Vaticano.
Scarano, ex jefe de la contabilidad de la APSA, la agencia que administra el patrimonio del Vaticano, escondía “al beneficiario real de la operación y obstaculizaba el rastreo de esas sumas de dinero”, según la policía.
De acuerdo con los investigadores, Scarano también habría utilizado cuentas bancarias del IOR para efectuar transferencias a cuenta de sus amigos, sobre todo para repatriar de Suiza 20 millones de euros procedentes de un fraude fiscal para una familia de armadores napolitanos.
Desde mediados de junio, el papa lanzó una operación para controlar el IOR, comenzando por el nombramiento de Monseñor Battista Ricca, uno de sus hombres de confianza, en el cargo de “prelado” de la IOR, una especie de número dos que tiene un derecho de control absoluto.