El ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, José Félix Fernández, afirmó este lunes que su país no volverá al Mercosur si Venezuela asume la presidencia pro témpore del bloque en la cumbre de Montevideo el viernes 12 de julio.

“Paraguay no retornará al Mercosur si Venezuela asume la presidencia pro témpore” del bloque regional, aseguró el ministro a periodistas.

Paraguay está suspendido del Mercosur luego del juicio político en el Congreso que destituyó al presidente Fernando Lugo en junio de 2012. Venezuela fue en el mismo momento aceptada como miembro pleno del bloque sin la anuencia de Paraguay.

“Espero que (en la reunión de Montevideo) tomen una decisión sensata, por ejemplo, con las condiciones que ha puesto el presidente electo” paraguayo Horacio Cartes, subrayó Fernández.

Cartes, que asumirá el 15 de agosto en sustitución del actual jefe de Estado Federico Franco, dijo que bajo su mando, Paraguay solo se reintegrará al Mercosur si le dan la presidencia pro témpore del bloque. “Si asume Venezuela, de nada servirá todo lo conversado”, remarcó.

Si Paraguay no hubiera sido suspendido del Mercosur, le correspondería la presidencia pro témpore del bloque.

El ministro Fernández, a cuyo gobierno no reconocen Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, dijo que los gobiernos de esos países deberán encontrar el camino para restablecer el orden jurídico dentro del bloque, que Asunción considera roto.

Cartes propone “un gesto de buena voluntad” a sus pares del Mercosur y que la reunión del 12 de julio quede en cuarto intermedio hasta que él asuma la Presidencia paraguaya el 15 de agosto, momento desde el cual desea ponerse al frente del bloque, “como respeto a la dignidad del Paraguay, del estado de derecho y del propio Mercosur”.

Una fórmula enunciada por los paraguayos es que Cartes asuma y que inmediatamente convoque al nuevo Senado para rever el rechazo al ingreso de Venezuela resuelto por los senadores salientes.

Ni el gobierno saliente de Federico Franco ni el presidente electo aceptan la sanción que le impusieron Argentina, Brasil y Uruguay a Paraguay por la destitución vía juicio político de Lugo el 22 de junio del año pasado.

Aseguran que esa sanción fue una excusa para permitir el ingreso de Venezuela, porque el Congreso de Paraguay fue el único que se había negado a aprobar su entrada desde 2006, alegando violaciones a los derechos humanos en el país caribeño.

El ministro Fernández remarcó que la suspensión de Paraguay “nunca se ajustó al derecho internacional” y sostuvo que “lo justo sería rehabilitar al Paraguay hoy”, aludiendo a la cumbre del viernes.

La vuelta de Paraguay “se dificulta enormemente si Venezuela asume esa presidencia”, había advertido el presidente electo el último fin de semana.

El gobernante admitió que el 29% de la fuerza laboral paraguaya depende del intercambio comercial dentro del Mercosur y reveló que el 80% de las exportaciones e importaciones paraguayas fluyen por el río Paraguay, a través de barcazas entre Asunción y el Río de la Plata.

“Lo mínimo que podemos hacer desde el gobierno es restablecer las relaciones”, manifestó.