La académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, Verónica Romero, expresó que el uso excesivo de esmaltes en particular, de colores oscuros, deja las uñas amarillentas debido al alto contenido de pigmentos que poseen dichos esmaltes.

Según la especialista, “si se prefieren estos tonos (oscuros), será conveniente aplicar previamente una capa de barniz protector a fin de proteger las uñas”.

Además, la profesional afirmó que no es real la creencia popular sobre que la textura más espesa de estos esmaltes tienen componentes capaces de dejar las uñas más fuertes.

La especialista sostuvo que los esmaltes no sólo son importantes para lograr una buena presentación de las manos, sino que aportan cuidados y ayudan a las uñas a crecer, por eso es tan importante su uso y la calidad de los mismos para evitar problemas de salud.

Pero Romero dijo también que aunque no lo parezcan, las uñas son un tipo de piel modificada y no cumplen funciones decorativas, sino que protegen las últimas falanges de los dedos, proporcionan apoyo para las puntas de los dedos de pies y manos y ayudan a realizar acciones como rascar una superficie o desatar un nudo. Su estado requiere de cuidados especiales para mantener su firmeza y evitar su deterioro.

La química farmacéutica, también recomendó dejar las uñas sin esmalte por un tiempo para que puedan “respirar”.

“Las uñas están formadas por células muertas y no respiran, por lo que es importante dejarlas al menos un día sin esmaltes e hidratarlas con cremas y aceites”, afirmó.

Respecto a los quitaesmaltes, sugirió no utilizarlos si estos son agresivos o endurecedores cargados con demasiado formol, ya que resecan las uñas y suelen ser la causa principal del daño de las capas de queratina, protectora natural de las uñas, dejándolas sin defensas frente a alteraciones y agresiones externas.

“El quitaesmalte debe ser rico en sustancias oleosas y no contener acetona, ya que ataca la capa que protege las uñas, reseca la cutícula y amarillea los dedos”, subrayó la académica de la Universidad Andrés Bello.

Los esmaltes de uñas no tienen una fecha de vencimiento establecida. Sin embargo, deberían desecharse cuando se aprecia una acumulación importante de sedimentos en el fondo, ocasionada por el vencimiento de las lacas que contienen, las cuales pierden la capacidad de suspender los pigmentos.

“El proceso anterior sólo se da en esmaltes de uso poco frecuente; mientras que los que son utilizados regularmente tienden a espesarse, debido a la evaporación de los solventes que le dan estabilidad a la fórmula. Los esmaltes deben conservarse en lugar fresco y seco”, advirtió la profesional.