Egipto vivía el miércoles horas de máxima tensión poco antes de que expire un ultimátum del ejército al presidente egipcio, Mohamed Mursi, que se niega a dejar el poder y asegura estar dispuesto a “dar la vida” para preservar su “legitimidad”.

El ultimátum del ejército para que Mursi “satisfaga las reivindicaciones del pueblo” se cumple este miércoles a las 14H30 GMT, tras lo cual la institución militar anunció que iba a publicar un comunicado.

Poco antes de expirar el ultimátum, el jefe del ejército egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, se reunía con el representante de la oposición, Mohamed ElBaradei, con jefes religiosos y representantes de partidos islamistas.

Sus conversaciones, según una fuente militar, se centran en una “hoja de ruta” que el ejército amenazó con aplicar tras expirar el ultimátum lanzado a Mursi.

Abdel Fatah Al Sisi había afirmado previamente que los militares están dispuestos a morir para defender al pueblo de los “terroristas” y extremistas.

“El comandante general de las fuerzas armadas dijo que era más honorable para nosotros morir que permitir que el pueblo de Egipto fuese aterrorizado y amenazado”, indicó una declaración con el título “Las horas finales”, en una página de Facebook relacionada con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.

La cúpula militar egipcia mantuvo además este miércoles una reunión de crisis horas antes de la expiración del ultimátum.

Durante la noche del miércoles, 16 personas murieron en un ataque armado contra una manifestación en apoyo al presidente islamista en las afueras de la universidad de El Cairo. Otras siete personas murieron en choques en otros lugares de la capital egipcia.

Por otra parte, según la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), casi cien agresiones sexuales fueron cometidas en la Plaza Tahrir y sus alrededores en menos de una semana durante las manifestaciones contra el presidente Mursi.

MURSI DISPUESTO A “DAR LA VIDA”

“El pueblo me eligió en elecciones libres y justas [...] y voy a continuar asumiendo mis responsabilidades”, había dicho Mursi en un discurso en la televisión el martes por la noche.

Tras advertir contra la “trampa” de la violencia “sin fin”, que ya dejó 47 muertos en una semana de manifestaciones, Mursi dijo estar dispuesto a “dar la vida” para proteger su legitimidad como presidente electo.

En Twitter, la presidencia pidió explícitamente al ejército que retire su ultimátum. “[El presidente] pide a las fuerzas armadas que retiren su advertencia y rechaza cualquier imposición, interna o externa”, indicó el mensaje.

El periódico gubernamental Al Ahram reveló las intenciones de la “hoja de ruta” del ejército, en un artículo titulado “Hoy, despido o dimisión”.

El plan supondría la suspensión de la Constitución aprobada en diciembre, que la oposición acusa de facilitar la islamización del país, y la instauración de un gobierno provisional durante un año que incluiría al presidente del tribunal constitucional y un militar de alto rango.

El movimiento opositor Tamarod (‘rebelión’ en árabe), que el domingo movilizó a millones de personas contra el presidente en una de las manifestaciones más multitudinarias de la historia del país, acusó a Mursi tras su discurso de proferir “amenazas contra el pueblo”.

El martes miles de opositores se reunieron de nuevo en la emblemática plaza Tahrir -epicentro de las manifestaciones de 2011 que desembocaron en la renuncia de Hosni Mubarak tras tres décadas en el poder- y cerca del palacio presidencial gritando ‘¡Vete!”.

Tras la caída de Mubarak en febrero de 2011, el ejército gobernó el país hasta la toma de posesión de Mursi el 30 de junio de 2012.

La oposición es favorable al ultimátum del ejército, al que considera un aliado para echar al presidente del poder, acusado de querer instaurar un régimen autoritario apoyado en su movimiento, los Hermanos Musulmanes.

Mursi está cada vez más aislado y desde el lunes cinco ministros de su gobierno, incluyendo el de Relaciones Exteriores y su propio portavoz, presentaron su dimisión.

La situación de Egipto preocupa al resto del mundo y en Bruselas, la jefa de la diplomacia la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió el miércoles “moderación” y diálogo político. “El enfrentamiento no puede ser una solución”, dijo Ashton en un comunicado.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había llamado el martes a su homólogo egipcio para expresarle su preocupación y dijo que Washington cree firmemente en “el proceso democrático en Egipto y no apoya a ningún partido o grupo”.