La decisión estaba “cocinada” desde el domingo en la tarde, luego que el presidente de la Unión Demócrata Independiente, Patricio Melero, había solicitado a Laurence Golborne bajar su candidatura presidencial.

Los argumentos eran claros: la campaña estaba desgastada por “el duro golpe” recibido con la condena contra Cencosud por cobros abusivos en las tarjetas Jumbo Mas y por su vínculo con la sociedad Sunford Managment Corp, cuya cuenta se encuentra domiciliada en las Islas Vírgenes, conocida por ser un “paraíso fiscal”.

En la noche del mismo domingo, el ex ministro de Obras Públicas dejó en manos del partido su continuidad, generando la citación de manera urgente a un Consejo General para determinar el futuro más bien oscuro para Golborne.

Mientras iniciaba la reunión en calle Suecia, el ex gerente general de Cencosud arribaba al comando en Arzobispo Gandarillas con Rancagua, “en soledad” como revelaron fuentes internas a Radio Bío Bío.

“No recibió ninguna llamada del partido, ni del Gobierno, ayer estaba solo”, añadieron desde el comando.

La ausencia de aliados políticos el lunes sólo fue quebrada por el candidato a senador por Santiago Poniente de la UDI y amigo cercano de Golborne, Pablo Zalaquett, a la hora de almuerzo.

Tras esto, cerca de las 17:00 horas llegó el senador Juan Antonio Coloma, integrante del comando, quien junto a su hijo convencieron al ex ministro de asistir al consejo del gremialismo.

Luego de un caótico ingreso, Laurence Golborne acompañado de su familia y gran parte del comando, subió al segundo piso de la sede central de Suecia 286, donde fue “sorprendido” al notar la presencia de Pablo Longueira y la posterior petición de Patricio Melero de ingresar al salón principal juntos para dar los anuncios ya conocidos como símbolo de “unidad”.

Golborne se habría molestado por el hecho desestimando la sugerencia del timonel gremialista, entregando su discurso entre lágrimas, para luego retirarse rápidamente de la sede del partido.

Melero, Felipe Salaberry y Juan Antonio Coloma acompañaron al renunciado candidato presidencial hasta la salida, retornando rápidamente -tanto, que el presidente de la UDI trastabilló fuertemente en las escaleras- a la casa central para dar el “gran” anuncio de Pablo Longueira.

Laurence Golborne volvió “acongojado” al comando donde sólo llegaron los diputados Karla Rubilar (RN), a quien calificó como “la más valiente”, y Arturo Squella (UDI) para entregar su respaldo y pesar.

De ahí en más, decidieron realizar el último brindis con pizzas de acompañamiento y los respectivos discursos. El más emotivo fue el de la coordinadora programática, Luz Granier, llevando a las lágrimas a varios integrantes del comando con los “recuerdos de campaña”.

La junta incluyó un “túnel oscuro” al coordinador territorial Juan Antonio Coloma (hijo), por instar a Golborne asistir a la sede de la UDI a sabiendas de la presencia de Longueira.

Asimismo, Laurence Golborne habría desestimado la invitación del presidente Sebastián Piñera para este martes en la mañana, principalmente “dolido” por el trato de la UDI y una supuesta intervención del ministro del Interior, Andrés Chadwick, para instar a Patricio Melero a solicitarle un paso al costado por el sillón presidencial.

Situación que habría sido analizada por su sucesor Pablo Longueira y el abanderado de RN, Andrés Allamand.

Luego de su lunes negro, Laurence Golborne tomaría vacaciones junto a su familia en los próximos días, mientras que el resto del comando ya empaca sus pertenencias con el término de 107 días de carrera presidencial.