El ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon, afirmó el lunes que su país no permitiría que “armas sofisticadas” en Siria cayeran en manos “del Hezbolá u otros elementos hostiles”, confirmando implícitamente un bombardeo aéreo israelí contra un convoy en enero cerca de Damasco.
“Cuando se ha traspasado esa línea roja, nosotros hemos actuado”, declaró Yaalon en conferencia de prensa conjunta con el secretario estadounidense de Defensa, Chuck Hagel, de visita en Israel, en aparente alusión al bombardeo de enero contra ese convoy que supuestamente llevaba armas para el Hezbolá.
El 30 de enero, fuentes sirias informaron sobre un bombardeo contra un centro militar de Damasco, cuya autoría fue atribuida por responsables de seguridad regionales a Israel.
Según un responsable estadounidense, el bombardeo se produjo en una zona de los suburbios de Damasco, y su objetivo eran vehículos cargados con misiles tierra-aire que Israel sospecha estaban destinados al Hezbolá.
Los aviones también bombardearon un complejo militar adyacente sospechoso de albergar agentes químicos, según esta fuente.
Durante la conferencia de prensa conjunta, el secretario de Estado Hagel confirmó haber cerrado con su homólogo israelí contratos para la venta de material militar estadounidense.
“Hemos dado hoy un nuevo paso importante en la relación de defensa israelo-norteamericana”, dijo Hagel.
“El ministro Yaalon y yo hemos acordado que Estados Unidos entregará a Israel un conjunto de nuevas capacidades militares avanzadas”, dijo, citando “misiles antiradiación y radares perfeccionados (…)”.
Por otro lado Yaalon advirtió que la entrega de armas químicas sirias a grupos armados constituiría igualmente una “línea roja”, pero que por el momento “no ha sido aún traspasada”.