Los sucesivos fracasos en las negociaciones entre Bolivia y Chile por un centenario diferendo marítimo permite inferir que el diálogo entre ambos países “es ir perdiendo el tiempo”, opinó este lunes el presidente boliviano Evo Morales.

“A veces pensar en diálogo y diálogo, es ir perdiendo tiempo. Creo que todos los gobiernos hemos caído en la trampa de los gobiernos de Chile: diálogo y diálogo y sin resultado. Y no podemos seguir esperando otros 130 años -con promesas- mediante el diálogo”, dijo Morales en rueda de prensa en el Palacio Quemado.

Bolivia perdió los 400 km de su costa y por ende su acceso al mar en una guerra contra Chile en 1879 y desde entonces gestiona una salida al mar con soberanía, que Chile le niega sistemáticamente.

Sin embargo, Morales aclaró lo de que el diálogo supone una pérdida de tiempo “es una percepción personal que vamos a debatir, por supuesto a nivel político”.

En tal sentido, anunció que solicitó a sus ministros organizar reuniones estos días con ex cancilleres y ex presidentes “para escuchar también sus planteamientos”.

Morales demandó en ese sentido una cohesión nacional, pues “en el tema del mar todos debemos estar unidos: partidos y movimientos sociales”.

A la vez, pidió que “no puede haber periodistas pro chilenos, pro anti-mar”, en referencia a medios locales a los que el gobierno acusa de mantener afinidades con élites chilenas.

El mandatario boliviano, que negoció infructuosamente durante un lustro con Santiago el tema de una salida al mar, reveló que durante una reciente visita a Europa aprovechó para explicar a sus pares de Austria y Francia los fundamentos del derecho boliviano de contar con una salida soberana al litoral.

Aunque señaló que “todavía no estoy pensando en el mensaje” por el Día del Mar, que se conmemora todos los años el 23 de marzo, Morales anunció que se desarrollará una campaña internacional enfatizando las contradicciones del gobierno chileno respecto al diferendo.

Actualmente la relación entre La Paz y Santiago atraviesa un momento de tirantez a raíz de un conflicto en el que estuvieron involucrados tres reclutas bolivianos, detenidos más de un mes en Chile por cruzar la frontera en una persecución a contrabandistas.