El escándalo de la carne equina vendida en productos etiquetados como carne bovina tiene quizás otros circuitos además del que implica a las empresas francesas Spanghero y Comigel, dio a entender el jueves el ministro francés del Consumo, Benoît Hamon.
Es posible que “no haya un solo circuito” implicado en este asunto. Se están realizando otras investigaciones en el sector de la gran distribución mientras la investigación “continúa en el circuito francés Spanghero-Comigel”, declaró el ministro al salir de una reunión con representantes del sector agroalimentario francés.
Se realizaron análisis “y tendremos pronto los primeros resultados”; “podría ser, lo digo expresamente en condicional, que no haya sólo un circuito concernido por ese reemplazo de carne vacuna por carne de caballo”, precisó.
Contactado por la AFP, el ente francés de represión de fraudes (DGCCRF) indicó que “varias autoridades extranjeras y empresas (francesas) han señalado ya el descubrimiento de carne de caballo en productos a base de carne vacuna”, tras haber realizado análisis después de estallar el escándalo, hace más de un mes.
La firma Spanghero, que vendió carne de caballo por carne vacuna a Comigel para la preparación de lasañas congeladas, fue acusada de “engaño económico” por las autoridades francesas.
Las autoridades retiraron la semana pasada la licencia de funcionamiento a la firma, pero la misma le fue parcialmente devuelta el lunes para la producción de carne molida, salchichas y platos cocinados. Spanghero sigue teniendo prohibida la actividad de almacenamiento de materias primas congeladas hasta que termine la investigación complementaria en curso.