El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, acusó este domingo a Argentina de tener un “comportamiento agresivo e intimidatorio” a propósito de las islas Malvinas.
“Un comportamiento agresivo e intimidatorio nunca debería recompensarse en materia de diplomacia internacional”, declaró Hague en una entrevista concedida al Sun y publicada este domingo.
“Sería mucho más apropiado hablar con los habitantes de las islas, en lugar de negar su existencia o afirmar que Argentina poseerá las islas de aquí a veinte años. Eso es una fantasmagoría”, añadió el ministro.
Hague se refería a las declaraciones hechas esta semana por su homólogo argentino Héctor Timerman, de visita en Londres, donde se negó a reunirse con representantes de las Malvinas, alegando que los habitantes del archipiélago controlado por el Reino Unido no tienen legimitidad.
“No existen los Falkland Islanders” (isleños de las Falklands); “existen los ciudadanos británicos que habitan las islas Malvinas”, afirmó el canciller argentino durante su visita a Londres. Timerman explicó así por qué se negó a reunirse con Hague en presencia de representantes de las islas.
Timerman se mostró también convencido de que las Malvinas, bajo control británico desde 1833, volverán a estar bajo soberanía argentina en menos de veinte años.
Igualmente dijo que el referendo de autodeterminación que se celebrará los días 10 y 11 de marzo no tiene sentido, argumentando que Naciones Unidas no reconoce a una tercera parte en la disputa territorial, aparte del Reino Unido y Argentina, y que “la ONU dice que la autodeterminación es para los pueblos nativos, no para los pobladores implantados”.
“Timerman ha hecho unas declaraciones extraordinarias”, dijo Hague al Sun.
“Puedo afirmarle que los ‘Falkland islanders’ existen de verdad y están en plena forma”, añadió, empleando la apelación británica de las islas.
“Nunca negociaremos la soberanía de las islas a menos que sus habitantes lo deseen”, agregó el ministro británico.
El Reino Unido ha rechazado hasta ahora cualquier negociación con Argentina sobre el tema de la soberanía de las Malvinas, amparándose en el derecho de autodeterminación de los algo más de 2.500 isleños que en marzo celebrarán un referéndum para demostrar su apego al actual estatus político de Territorio de Ultramar del Reino Unido.