Un acuerdo firmado la noche del sábado entre dos sectores mineros antagónicos selló la paz en una violenta disputa por la rica veta de estaño de la mina Colquiri, 230 km al oeste de La Paz, anunció el ministro de Interior de Bolivia, Carlos Romero, en rueda de prensa.
“Los representantes de ambas partes (mineros del estado y de cooperativas), asumiendo un compromiso patriótico, coincidieron y expresaron que la determinación y mandato de sus bases es recuperar la convivencia en paz y armonía de toda la población de Colquiri”, dijo Romero en la firma del acuerdo.
Desde que estalló el conflicto minero, en junio de este año, los choques con dinamita entre los dos bandos enfrentados habían provocado hasta ahora un muerto y cerca a 30 heridos.
El conflicto tendió a concluir cuando la cooperativa privada 26 de febrero, que opera en la mina Colquiri, recientemente expropiada a la suiza Glencore, aceptó el miércoles la propuesta oficial de explotar de manera compartida con la estatal Corporación Minera (Comibol) el rico filón de estaño y zinc.
Sin embargo, los mineros del estado, dependientes de la Comibol, sólo aceptaron compartir la veta hasta este sábado, tras extensas reuniones y luego de obtener garantías para su trabajo y “para evitar la confrontación y el derramamiento de sangre”, dijo su dirigente Severino Estallani, en la misma conferencia de prensa.
Para lograr el entendimiento, además de definir los límites con un plano de mesura, el gobierno “se compromete a formular un proyecto de ley que penalice como delito los avasallamientos con la finalidad de dar seguridad jurídica al sector minero en general”, destacó Romero.
El ejecutivo de la cooperativa 26 de febrero, Leonardo Lima, sostuvo que tras el acuerdo “esperamos retornar en las siguientes horas a nuestros hogares” en Colquiri, de donde estuvieron ausentes casi un mes por los problemas con los mineros dependientes de Comibol.
Ambos bandos se habían enfrentado hace dos semanas con dinamita en el centro de La Paz, con el saldo de un minero estatal muerto.
Posteriormente los cooperativistas llevaron a cabo un férreo corte de rutas que casi aisló a La Paz del interior del país, y afectó a seis de los nueve departamentos de Bolivia, y principales salidas hacia Argentina, Chile y Perú.
Los mineros estatales en cambio cumplieron tres días de una huelga parcial, llamada por la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor asociación sindical del país, y habían amenazado con declarar la próxima semana una huelga nacional.