El diputado demócrata cristiano Gabriel Silber, realizó una dura crítica al contralor general de la República, Ramiro Mendoza, por su demora en pronunciarse sobre una serie de denuncias por presunto intervencionismo electoral de autoridades gubernamentales.

La primera fue presentada el 11 de mayo pasado producto de un desayuno en Recoleta con motivo del Día de la Madre, en el cual el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, en horario laboral, llamó a trabajar por los candidatos oficialistas para las elecciones municipales.

En agosto, los legisladores falangistas presentaron un segundo escrito por la participación del titular de justicia, Teodoro Ribera, en la proclamación de la candidata de la Alianza a la alcaldía de Arica, Ximena Valcarce.

Sin embargo, hasta esta fecha, Mendoza no ha respondido y se ha limitado a una declaración de prensa en que confirmó la vigencia de un instructivo para los comicios comunales de 2008, en que advierte que ministros y otras autoridades tienen prohibido intervenir en actos de campaña en horario laboral, entre otras restricciones.

Silber señaló que la falta de pronunciamiento del contralor deja en la impunidad el intervencionismo electoral del Ejecutivo.

Asimismo, dijo que su pasividad en este tema contrasta con la celeridad con que en 10 días entregó un segundo informe sobre las listas de espera AUGE, más favorable al gobierno, tras un requerimiento del titular de salud, Jaime Mañalich.

En tanto, el vicepresidente de la DC, Fuad Chahín, criticó la pasividad de Mendoza frente estas denuncias, y estimó que – a este paso- se pronunciará después de las elecciones municipales del 28 de octubre.

El diputado Chahín se apresta a hacer una nueva presentación a la Contraloría, esta vez por actos de intervencionismo electoral en que -comentó- han incurrido autoridades oficialistas en la Región de la Araucanía, entre ellas, el intendente Andrés Molina y el alcalde de Temuco, Germán Becker.