Las Fuerzas Armadas de Chile celebran este miércoles su día con un masivo desfile en Santiago de más de 9.000 efectivos y el despliegue de su material bélico, mientras el Congreso debate el futuro de una ley que garantiza las inversiones en armamento.

La Parada Militar se realiza en el enorme y céntrico Parque O’Higgins donde se conmemoraron los 202 años del Ejército de Chile con un desfile en el que participaron efectivos del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea, así como de los Carabineros, y que también contó con presencia extranjera.

Este año llegaron, además, representantes de las Fuerzas Armadas de Argentina, Brasil, Francia y Ecuador, así como de la Fuerza de Paz conjunta chileno-argentina Cruz del Sur, creada en 2011 para apoyar misiones de paz de la ONU en distintos países.

La Parada Militar, que se realiza oficialmente desde 1915, no tuvo este año una notoria exhibición de equipos pesados de artillería, puesto que estuvo centrada “en el factor humano”, con el paso de más de 9.000 efectivos.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, encabezó el desfile y estuvo acompañado por el Alto Mando Militar, autoridades e invitados extranjeros como el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra de Francia, el general Bertrand Ract-Madoux, y el jefe de Estado Mayor del Ejército de Argentina, el general Luis Alberto Pozzi.

Miles de personas llegaron para presenciar el evento y disfrutaron con el paso de los uniformados y, principalmente, de tres cuadrillas de cazabombarderos F-16, que estuvieron acompañadas por helicópteros tipo Puma y de Asalto Cougar, así como de otras naves de la Fuerza Aérea de Chile.

La celebración de este año está marcada por el debate en el Congreso de la Ley Reservada del Cobre promulgada durante el segundo Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, y que fue modificada en la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) ordenando la entrega del 10% de las ventas de la compañía estatal Codelco -la mayor productora mundial de cobre- para la compra de armamento.

El Congreso chileno estudia un proyecto de ley enviado por el presidente Piñera en mayo que busca derogar la norma, y en el que también planteó que los recursos para las FFAA se establezcan en un presupuesto plurianual, además de en un fondo de contingencia para situaciones de excepción, con un horizonte total de 12 años revisado cada cuatro años.

La Cámara de Diputados derogó la norma en junio y actualmente es analizada por una Comisión de la Cámara de Senadores, tras lo cual será devuelta al gobierno para su anulación final. La Cámara Alta espera como parte del proceso conocer en sesiones reservadas los gastos recientes que se han realizado en defensa.

“Los armamentos que está comprando Chile se pueden tratar en sesiones secretas. Es la única forma de que el pueblo, a través nuestro, pueda saber que los recursos están siendo bien utilizados”, declaró el senador socialista, Pedro Muñoz, miembro de la Comisión, a medios locales.

Entre 2005 y 2009, Chile destinó al gasto de defensa, que incluye la adquisición de armas, unos 5.683 millones de dólares, lo que representa un 3,5% de su Producto Interno Bruto (PIB), según estadísticas del independiente Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Suecia (SIPRI).

Las Fuerzas Armadas de Chile son catalogadas como unas de las mejor equipadas de la región, luego que el estado chileno inició en 1998 una renovación de su armamento mediante la compra de los cazabombarderos F-16, tanques leopard, helicópteros, fragatas y submarinos Scorpene, considerados los más modernos en América Latina.

Actualmente cuentan con más de 80.000 efectivos, siendo el Ejército la fuerza con mayor número de militares (más de 43.000), según datos oficiales.