Luego de que el Senado aprobara la modificación al Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto a los Combustibles (Sipco), dirigentes del transporte mayor y del transporte de carga fueron críticos ante la medida que, en cambio, fue ampliamente celebrada por el Gobierno y la clase política.
Andrés Delgado, presidente del Transporte Mayor de Osorno, explicó que si bien les parece correcta la baja anunciada, sí exigen que se analice la situación del impuesto específico a los combustibles.
Una opinión mucho más dura es la que tiene Gustavo Concha, secretario nacional de la Federación Nacional de Dueños de Camiones, quien recalcó que si bien la medida establece una baja en el precio a los combustibles, no es lo suficiente ni justo, calificando la modificación del Sipco como un circo.
A juicio de Concha, el impuesto específico a los combustibles debe simplemente eliminarse debido a todos los perjuicios que genera. Posición similar a la que tiene Andrés Delgado, quien afirmó que dicho gravamen eleva los costos en la vida de las personas, observándose una nula intensión por parte de los legisladores y el gobierno de querer modificarlo.
De hecho para el dirigente de los camioneros, Gustavo Concha, el camino correcto es establecer un nuevo tipo de impuesto, como por ejemplo a la contaminación, pero que eso sí debe ser pagado por todos los que utilizan combustible.
La opinión de los dirigentes gremiales finalmente fue refrendada por la baja real que tuvieron los combustibles luego del informe emanado desde la Empresa Nacional del Petróleo, la cual es bastante menos que la anunciada una vez aprobado el proyecto.
Se hablaba de una baja de entre 20 y 17 pesos en promedio, sin embargo, la información de ENAP estableció la baja en una media de 10 pesos.
Así, la bencina de 93 octanos bajará en 14 pesos por litro y la de 97 en 5, terminando eso sí con un alza sostenida durante 8 semanas que alcanzó 64 pesos.