Un estudio publicado recientemente reveló que los niños que ven películas con alto contenido sexual tienden a perder su virginidad antes que sus pares que no han sido expuestos a esta programación.

Estos pequeños no sólo resultan ser más promiscuos al crecer, sino que también son más propensos a involucrarse en relaciones donde arriesgan el contraer alguna enfermedad de transmisión sexual por no utilizar condones.

La muestra utilizada para este estudio que duró más de 6 años, fue de 1.200 adolescentes y las preguntas utilizadas fueron en torno al contenido sexual de las películas y series de televisión que ven comúnmente.

Los investigadores señalaron que hoy los niños pueden ver en internet o TV un mayor contenido sexual del que hubiesen observado hace 10 años, ya que se encuentran online de manera gratuita en sitios que no piden ninguna clase de prueba que acredite que se es mayor de 18 años.

La NSPCC, organización para prevenir y detener el abuso de menores, advierte de un preocupante hecho: los adolescentes han comenzado a presionar a sus novias para que hagan las mismas cosas que ven en las películas pornográficas que descargan de internet.

Según la información recogida por Daily Mail, el estudio también revela que la exposición constante a la pornografía vuelve a los niños propensos a ver las jóvenes como objetos sexuales.

Estos resultados fueron publicados originalmente en Psychological Science y fue llevada a cabo por investigadores del Dartmouth College, quienes recopilaron 684 películas desde 1998 hasta 2004 y las calificaron por contenido sexual.

Como ejemplo, Eyes Wide Shut -protagonizada por Nicole Kidman- tendría una codificación alta, mientras que El Señor de los Anillos tendría una mucho más baja.

Para este fin fueron encuestados 1.228 jóvenes de entre 12 y 14 años, a cada uno de los cuales se le pidió que marcaran en una lista las películas que habían visto.

6 años después los mismos participantes fueron reclutados nuevamente para averiguar a qué edad se habían vuelto sexualmente activos y cuán seguras eran sus relaciones sexuales.

Los resultados, finalmente, arrojaron que la exposición a cintas con contenido sexual cuando aún son pequeños ejerce una influencia para cuando son más grandes.