La campaña electoral para las presidenciales del 7 de octubre en Venezuela comenzó el domingo con actos masivos del mandatario Hugo Chávez, que buscará la relección para permanecer 20 años en el poder, y del candidato de la oposición, Henrique Capriles.

“¡Hoy arranca en verdad la ofensiva bolivariana, hoy arranca la jornada que nos llevará al 7 de octubre a garantizar la continuidad de la revolución socialista en Venezuela!”, exclamó Chávez en un enérgico discurso de una hora y media ante miles de sus simpatizantes, reunidos en la avenida Constitución de la ciudad de Maracay, capital del Estado de Aragua (centro-norte).

Vestido con una chaqueta y una boina roja, Chávez arrancó la campaña en el poblado Mariara, en el estado Carabobo contiguo a Aragua, a bordo de un camión descubierto en el que recorrió unos 18 km acompañado de una marea roja de miles de simpatizantes que gritaban “¡Uh, Ah, Chávez no se va!”.

El presidente, que se recupera de un tratamiento de radioterapia contra una recurrencia del cáncer que padece desde junio de 2011, inició su discurso cantando a capela el himno nacional, desde un escenario en el que estuvo acompañado por algunos de sus ministros y familiares.

“Quiero dar gracias en primer lugar a Cristo redentor por permitirme haber recorrido este año difícil que pasó y haber llegado aquí y estar junto al pueblo venezolano iniciando la batalla y la campaña de Carabobo. Gracias Dios mío, gracias Cristo mío”, dijo Chávez en la primera parte de su intervención.

“Aquí está una vez más Chávez frente al pueblo para conducirlos en otra jornada y en otra victoria”, añadió el gobernante de 57 años, recordando que este es el quinto proceso electoral al que se somete para mantenerse en el poder desde que en 1998 se lanzó por primera vez a la presidencia.

En Maracay se “¡engendró la revolución bolivariana y aquí fue parido el 4 de febrero de 1992! ¡Cómo no amar Maracay!”, dijo Chávez, que llegó a desgarrar la voz por la emotividad de su intervención. El mandatario se refirió a un juramento que hizo en 1982 junto al Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR), con el que en 1992 organizó un fallido intento de golpe de estado que lo catapultó a la vida política.

El mandatario advirtió que viene una jornada “muy dura” de cien días para las elecciones de octubre, aunque estimó que la campaña arranca en las “mejores condiciones” según los sondeos, que le dan en algunos casos hasta 34,8 puntos porcentuales en la intención de voto por delante de Capriles.

“Lucharemos día a día, noche a noche, para buscar los 10 millones de votos y darle a la burguesía otro fulminante nocaut”, advirtió Chávez, que tildó de “aburrido” a su contrincante.

Chávez advirtió que la oposición podría denunciar un fraude en los comicios e hizo un llamado a sus simpatizantes para “convencer a los indecisos”, que según las encuestas ascienden hasta un 35% de los 18,9 millones de venezolanos habilitados para votar.

De su lado, Capriles, de 39 años, inició “oficialmente” su campaña en la comunidad de Kumarakapay, en el estado de Bolívar (sureste), donde dio un breve discurso ante unos 400 indígenas de la etnia Pemón, que habitan una alejada zona fronteriza con Brasil.

“Vamos a estar mejor porque Venezuela merece estar mejor. Venezuela no es mi camino, es nuestro camino porque yo vengo aquí a ponerme al servicio de todos”, dijo Capriles, que llevaba un penacho aborigen en la cabeza y una camisa con los colores de la bandera venezolana.

“No hay nada que pueda contra el huracán del progreso”, añadió el ex gobernador del estado Miranda (norte). También advirtió que “al que está en el poder solamente le interesa quedarse en el poder para que el pueblo esté a su servicio”, aludiendo a los casi 14 años de gobierno de Chávez.

Más tarde, Capriles tenía previsto desplazarse al otro extremo del país, hacia la localidad la Guajira, en el estado de Zulia (noroeste), y reunirse con otra comunidad fronteriza, esta vez con Colombia, en un intento por evidenciar el supuesto abandono del gobierno a esas zonas. Simultáneamente decenas de seguidores de Capriles, elegido como candidato de la oposición en unas inéditas primarias, realizaron más de 300 caravanas motorizadas en todo el país.

El ex gobernador, que haciendo gala de su juventud y energía ha encabezado estos últimos meses una intensa campaña “casa por casa” en toda Venezuela, es el intento más serio de arrebatarle el poder a Chávez y promete al país seguir un modelo “progresista” de desarrollo, similar al de Brasil. A partir de este domingo la campaña podrá durar hasta la medianoche del 4 de octubre, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

En octubre también aspirarán a la presidencia Yoel Acosta Chirinos, que acompañó a Chávez en un golpe de Estado en 1992; los sindicalistas Orlando Chirinos y Reina Sequera, la comerciante María Bolívar, el dirigente Rafael Uzcátegui y Luis Reyes, un abogado que promueve una “república cristiana”.