La hidratación es una de las acciones más importantes del día, pues el agua juega un papel fundamental en el organismo humano al ser el componente mayoritario de las células del cuerpo -a excepción de las grasas-. Por ello, cuando el cuerpo no recibe este líquido en cantidades necesarias puede provocar un gran daño en el desempeño físico y mental de las personas.

Así lo destacó el Observatorio de Hidratación y Salud de España en una de sus guías, al indicar que “Uno de los temas, dentro de la nutrición, que no ha recibido la atención debida es el de la hidratación. La mayor parte de nuestro organismo es agua (cerca del 60%), sin embargo, no existe un mecanismo eficiente de almacenamiento hídrico corporal, con lo que debemos realizar un aporte constante de líquidos para mantener los niveles estables”.

“Es por ello que hay que enfatizar sobre el tema de la hidratación y dotarle de la importancia que se merece, ya que un estado óptimo de hidratación es fundamental para alcanzar un buen estado de salud y bienestar”, agregó el organismo.

En este sentido, cabe destacar que entre los riesgos de una disminución en los niveles de hidratación se encuentran “trastornos que van desde dolores de cabeza, disminución en el rendimiento físico y mental, confusión, calambres musculares, deterioro del funcionamiento renal y en casos de deshidratación severa incluso la muerte”, advirtió Pilar Riobó Serván, Jefa Asociada del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Por ello, y para que sepas durante qué actividades es más importante que nuestro cuerpo reciba líquidos, te mostramos los 4 momentos claves del día en los que debes tomar agua según el Instituto Europeo de Hidratación (EHI, por sus siglas en inglés).

Thomas Anderson en Flickr (cc)

Thomas Anderson en Flickr (cc)

1.- Mientras conduces.

Cuando manejes, sobre todo trayectos largos, procura siempre tener cerca una botella de agua para mantenerte hidratado. Esto es primordial, pues la falta de líquidos en el organismo afecta la actividad cerebral, disminuyendo la capacidad de alerta y la concentración.

Además, la deshidratación hace que se pierdan reflejos y la agilidad mental necesaria para reaccionar de manera rápida ante un imprevisto en la ruta.

Finalmente, ten en cuenta que “La ingesta frecuente de bebidas sin alcohol durante un viaje largo en coche puede ayudar a reducir la fatiga de la carretera”, señalaron desde el EHI.

Cómo hidratarse al conducir: como mínimo, debes llevar un envase con agua fresca de un litro y medio. Cada cierto tiempo, haz un alto en el camino para tomar líquido y trata de no beber en exceso bebidas con azúcar o aquellas energéticas, pues pueden alterar tu conducción.

Lululemon Athletica en Flickr (cc)

Lululemon Athletica en Flickr (cc)

2.- Cuando te ejercitas.

Al hacer ejercicio, la ingesta de agua es muy importante ya que un músculo bien hidratado es más resistente y flexible a las rutinas. Por el contrario, un músculo mal hidratado tiene más riesgo de sufrir alguna lesión.

Como el 76% de la masa muscular está compuesta por agua, y al tener actividad física se pierde gran cantidad de este elemento por medio de la sudoración y el incremento del flujo sanguíneo cutáneo, es muy necesario que las personas se hidraten en este contexto.

Lo anterior, sobre todo, si se tiene en cuenta que la cantidad de agua que se pierde por medio de la transpiración –más en ambientes cálidos, húmedos o en actividades intensas y duraderas- puede llevar a la deshidratación si no se toman las medidas necesarias de reposición de líquidos.

Finalmente, desde el EHI añadieron que “Se ha comprobado que una pérdida de agua corporal de más de un 2% inducida por el ejercicio realizado en condiciones calurosas, disminuye el rendimiento en una amplia variedad de pruebas de rendimiento físico y mental”.

Cómo hidratarse al hacer ejercicio: es aconsejable que lleves contigo una botella de agua y beberla antes, durante y después de la actividad física. Otra recomendación es tomar bebidas isotónicas, siempre y cuando el ambiente sea caluroso o el ejercicio se vuelva intenso y prolongado, provocando mucha sudoración.

MC Quinn en Flickr (cc)

MC Quinn en Flickr (cc)

3.- Al estudiar.

De acuerdo al EHI, el volumen de la sangre corporal disminuye cuando existen signos de deshidratación en el cuerpo.

Esta situación, supone un riesgo para nuestro desempeño a la hora de estudiar, pues la cantidad de sangre, oxígeno y nutrientes que derivan al cerebro podrían ser insuficientes para que éste funcione con normalidad.

Dicha deficiencia, señalan desde el organismo, afecta negativamente la realización de tareas mentales pues dificulta la concentración y la memoria a corto plazo, aumenta el dolor y pesadez de la cabeza, altera la capacidad de retención y empeora el aprendizaje.

Además, hay que tener en cuenta que cuando el cuerpo está sometido a situaciones de estrés o nerviosismo, se incrementa la pérdida de líquido a través del sudor: “En estos casos es necesario aumentar el consumo de líquidos para reponer lo perdido y mantener una óptima hidratación”, indicó el Observatorio de Hidratación y Salud de España.

Cómo hidratarse al estudiar: una buena forma para que la baja ingesta de agua no te pase la cuenta es que tengas a mano un termo con té o una infusión, prepararte una botella de agua con sabores –jugos o añadir un palito de canela-, que consumas fruta fresca e incluso comas un puñado de frutos secos –ya que dan sed y obligan a tomar más líquido, además de aportar nutrientes a tu cerebro-.

Celal Teber en sxc.hu

Celal Teber en sxc.hu

4.- En el trabajo.

Independientemente del trabajo que realices, ya sea uno que requiera una mayor exigencia física o intelectual, es fundamental que te hidrates de buena forma para garantizar un buen desarrollo de tus labores.

Recuerda que, como ya explicamos en los puntos anteriores, si no consumes la suficiente cantidad de agua es probable que sufras de dolores de cabeza y que tu rendimiento disminuya.

“Muchos factores, como por ejemplo una mayor carga de trabajo, el estrés, la distancia entre el lugar de trabajo y el hogar, los ambientes con aire seco debido al aire acondicionado o a la calefacción, pueden afectar el funcionamiento normal del cuerpo y aumentar la pérdida de agua incluso cuando no sudamos de manera evidente”, advirtieron desde el Instituto.

Cómo hidratarse en el trabajo: un buen consejo es tener un vaso de agua a la vista, además de llevar frutas frescas a tu trabajo de modo de comerlas a mediodía. Otra buena forma de permanecer hidratado durante tu jornada laboral es contar con un hervidor cercano, de modo de prepararte té o infusiones cada cierto tiempo.

Like Able Rodent en Flickr (cc)

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Los beneficios de la hidratación
El consumo de agua es la base de las funciones fisiológicas más básicas, como la regulación de la tensión arterial y del tracto digestivo. Por ello, mantener una adecuada hidratación es primordial para la salud y el bienestar de las personas, como quedó demostrado en el siguiente listado de beneficios elaborado por el EHI.

Para el cerebro… Una buena hidratación permite que el cerebro funcione de manera correcta. “Cuando estamos adecuadamente hidratados, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro se mantiene alerta”, señalaron.

Para el corazón… La ingesta de líquidos es fundamental para el funcionamiento del corazón. También, una buena regulación del balance del agua es necesaria para mantener la tensión arterial dentro de límites saludables.

Para el tracto digestivo… La hidratación es requerida en el proceso digestivo de la comida y, además, en la absorción de nutrientes en el sistema gastrointestinal. “El agua es necesaria en la disolución de nutrientes para que éstos puedan ser absorbidos por la sangre y transportados a las células”, sentenciaron desde el Instituto.

Para la piel… Según el EHI, se cree que una adecuada hidratación permite humedecer los tejidos del cuerpo y preservar la suavidad, color y elasticidad de la piel, por lo que el consumo de agua sería fundamental para tener una superficie cutánea saludable.