La Junji y Gendarmería en la región del Bío-Bío firmaron un convenio para promover el apego a través de la educación entre las madres que cumplen condena y sus hijos recién nacidos.

El acuerdo de colaboración es para implementar el denominado “Jardín Comunicacional” en los centros penales donde existen secciones femeninas. La iniciativa viene a complementar el programa de Residencia Transitoria, que permite a las mujeres que cumplen condena, vivir junto a sus hijos al interior de la cárcel.

Enfocado a niñas y niños desde su nacimiento hasta el año 6 meses, en riesgo social y de alta vulnerabilidad, el convenio es el primero en implementarse en a nivel nacional, que busca además, encausar las conductas de las madres internas y mujeres embarazadas. Así lo planteó la directora de la Junji en la región, Patricia Escobar.

El director de Gendarmería, Eleuterio Cofré, sostuvo que deben velar por la reinserción y rehabilitación de las mujeres, especialmente aquellas que comienzan una nueva vida como madres.

Por eso en programa consideran asesoría profesional con educadoras de párvulo, y la incorporación de elementos didácticos que suban el autoestima en la mujer, mientras pueda participar en la educación de su hijo. Habilitarán salas especiales, que la Junji implementará.

El programa se aplicará en todos los centros femeninos de la región. Incluye actividades pedagógicas por 3 horas al día, con el propósito de crear una base para cuando los niños cumplan su edad máxima de vivir al interior de las cárceles junto a sus madres, e ingresen a los jardines de la institución.