Al menos tres personas murieron y 55 quedaron heridas el miércoles en Perú, en choques entre mineros informales y la policía, al agravarse un conflicto entre el gobierno y los mineros que reniciaron una huelga indefinida en la selvática región de Madre de Dios (sudeste).

“Los actos de violencia ya han provocado la muerte de tres personas y han dejado 55 heridos: 38 civiles y 17 policías”, detalló un comunicado oficial del gobierno difundido la noche del miércoles, que acusó a los mineros ilegales de haber utilizado “armas de fuego, explosivos y otros materiales”.

“Tenemos que lamentar la muerte de tres civiles adultos, de 41, 46 y 30 años”, dijo durante la tarde el ministro del Interior, Daniel Lozada.

Sesenta personas fueron detenidas por generar desmanes en la ciudad de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios (fronteriza con Brasil y Bolivia), por bloquear carreteras, atentar contra sedes estatales y privadas, atacar un mercado e intentar tomar el aeropuerto, según el documento.

El gobierno rechazó los desmanes y exhortó a los mineros ilegales a concluir con la violencia, a la vez que anunció que la policía está en busca de los líderes de las acciones violentas.

Cinco de los heridos recibieron impactos de bala y los restantes tienen lesiones por efecto de perdigones y balas de goma, mientras que los policías fueron afectados por cortes y fracturas debido a pedradas de los manifestantes, informó Rolando Luque, de la Defensoría del Pueblo.

El funcionario pidió a los dirigentes de los mineros informales “que muestren responsabilidad y se pongan de inmediato en contacto con las autoridades para reiniciar el diálogo interrumpido hace dos días”.

Los disturbios se iniciaron muy temprano este miércoles, bloqueando rutas con troncos, piedras y neumáticos encendidos, que dejaron a la ciudad paralizada, sin actividad comercial ni transporte, informó la policía.

Unos 10.000 mineros informales reiniciaron esta madrugada una huelga indefinida que habían suspendido el viernes pasado para reunirse con ministros y acordar una mesa de diálogo a fin de hallar una solución definitiva al sector.

El presidente de la Federación Minera Artesanal de esa región (Fenamad), Luis Otzuka, admitió a la AFP que “la situación se ha desbordado y las consecuencias pueden ser fatales porque el gobierno no quiere instalar una mesa de diálogo”.

El detonante del conflicto es un decreto, rechazado por los mineros, que dictó el gobierno en febrero y que crea el delito de minería informal, con sanciones penales de 10 años de cárcel, a fin de evitar los daños ocasionados al medio ambiente.

El objetivo es erradicar la explotación minera ilegal que promueve la trata de personas, la prostitución, el proxenetismo y otros negocios ilícitos, según señala el comunicado del gobierno.

Los mineros informales piden que ese decreto sea derogado porque “criminaliza” la actividad de los mineros informales que operan en Madre de Dios.

Por su parte, Otzuka dijo días atrás que diversos acuerdos a que llegaron los mineros y el gobierno en diciembre mediante consenso y que establecían propuestas técnicas para solucionar el problema, fueron dejados de lado pese a que los mineros presentaron estudios de impacto ambiental.

La Fenamad asegura que sus miembros se oponen a la minería ilegal que se practica en zonas de reservas naturales y que involucra a más de 20.000 personas que llegan a la zona atraídos por una “fiebre del oro” desatada desde hace años.