La proliferación de grupos neonazis en Chile, y su consiguiente consolidación y extensión a lo largo del territorio, obliga a suponer que en sus cimientos las ideas actuales del nacionalsocialismo están lejos de ser un mero conjunto de códigos conductuales.

No obstante, pese al esfuerzo de algunos de sus adherentes, acciones como la agresión al joven Daniel Zamudio presuntamente por un grupo de prosélitos hitlerianos, nos recuerdan que el nazismo no ha podido –ni podrá- hacerse a un lado de sus cruentas raíces, asociadas hoy a la violencia de las células skin.

Precisamente a estas últimas –las pandillas- se refiere el libro ‘Neonazis: La Seducción de la Svástica’, del sociólogo español Antonio Luis Moyano. Allí, el profesional deslinda algunos rasgos que revelan patrones de su comportamiento, los cuales asemejarían a los nazis de este siglo con la dinámica de las sectas.

Las características que enuncia el escrito, y que ayudarían a entender el engranaje de los grupos nazis que operan –y agreden- en las ciudades de Chile, son:

Un discurso que justifica la adhesión indeleble de sus adeptos.
La existencia de una simbología característica y “venerable”.
La figura ‘inspiradora’ de un caudillo o líder carismático.
La subordinación individual en pos de la conciencia colectiva.
Una sumisión y entrega total por parte de los miembros.

Un perfil orgánico tan estrictamente homogéneo y celoso, llama a creer que el neonazismo tiene, o debería tener, un nulo margen de acción entre los jóvenes… pero sabemos que no es así. Entonces, ¿qué los atrae a esta ideología? Moyano acusa al elaborado panfleto que difunden las células neonazi, el cual promete combatir los problemas a los que se ven afectados determinados sectores; asimismo, le concede preponderancia al marco anti-sistema y de clandestinidad que encierra la figura de Hitler.

Ahora bien, ¿quiénes querrían formar parte de un colectivo neonazi? El autor es lapidario:

“Personas empujadas hacia la marginalidad por culpa de una sociedad cada vez más deshumanizada y un entorno familiar desfavorable”.

Afirmaciones como las del citado Moyano verifican la presunción de que el resurgimiento de las ideas del nazismo y ‘la seducción de la svástica’ responden al momento histórico, tal como aconteció hace años con la dolorida Alemania post Primera Guerra Mundial. Sin embargo, y guardando respeto por las proporciones, cabe subrayar que en esta ocasión las herramientas para contrarrestar dicho fenómeno están en manos de las autoridades.

El llamado por tanto es muy sencillo: prohibido bajarle el perfil.