En Brasil fueron implantadas unas 25.000 prótesis mamarias de la firma francesa PIP, y las autoridades sanitarias no han definido si, como Francia, recomendarán a las miles de mujeres que las usan que se sometan a una operación para retirarlas, dijo el viernes una fuente oficial.
“Todavía no hay una recomendación de la (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) ANVISA”, que estudia el caso, para definir una orientación, dijo a la AFP un portavoz de esta agencia sanitaria del gobierno brasileño.
La marca fue prohibida en Brasil en abril de 2010, después de las primeras evidencias de problemas, aunque antes de eso fueron usados unos 25.000 implantes en el país, según la agencia sanitaria.
El Gobierno francés recomendó el viernes retirar “a título preventivo” los implantes mamarios de marca PIP de unas 30.000 mujeres, aunque aclaró que se carecía de pruebas de que esas prótesis aumentaran el riesgo de cáncer.
De acuerdo con el ministerio francés, un número no conocido de esos implantes contiene silicona en gel inapropiada para uso médico y por lo tanto presenta un riesgo potencial para la salud en caso de ruptura de la prótesis.
“Los hechos médicos que conocemos indican que esas prótesis pueden producir una ruptura más precoz y con más posibilidad de reacción inflamatoria, y por eso la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica (SBCP) recomienda que las pacientes que las usan adelanten la revisión para comprobar la integridad de las prótesis”, explicó a la AFP el presidente de esa entidad, José Horacio Aboudib.
Aboudib se declaró sorprendido con la decisión de las autoridades francesas de recomendar ahora la retirada de esas prótesis: “Ese tema lleva dos años. Hubo investigaciones y las autoridades francesas concluyeron que los casos de cáncer no estaban relacionados a las prótesis. Me parece más una decisión política que médica, porque no parece que haya hechos médicos nuevos”, dijo.
En Brasil se realizan cada año unas 100.000 cirugías de implante mamario de silicona, informó la SBCP.