A raíz del hallazgo de mercurio en albacoras, expertos y parlamentarios concertacionistas exigieron que se haga un estudio a nivel nacional de presencia de metales pesados en peces, algas y mariscos.

Esto debido a que hay otros peces como la Corvina o el Mero que también acumulan esta toxina en su cuerpo, al igual que algunos moluscos, sobre todo bivalvos como las machas, ostras, almejas, mejillones o navajas.

Y si bien las dosis encontradas en las albacoras no son dañinas, si se come de vez en cuando, si pueden afectar el desarrollo neurológico de los fetos, por lo que las embarazadas no deberían consumirlas más de dos veces al mes.

El nutricionista Ricardo Uauy, explicó que la presencia de este metal pesado en los productos marinos puede afectar las exportaciones, porque -por ejemplo- en California, se exige que el pescado esté libre de mercurio.

El presidente del Senado, Guido Girardi, dijo que en ningún caso esto significa que haya que dejar de comer pescado, pero sí reducir las emisiones de mercurio en las termoeléctricas, minas, papeleras, cementeras y plantas de incineración.

Además llamó al Gobierno a revisar los niveles de plaguicidas en las frutas y verduras y las dioxinas en los cerdos, que también pueden dañar la salud.