El Monterrey fracasó en el Mundial de Clubes con una dolorosa eliminación en los penales de cuartos de final (4-3 tras empate 1-1) ante el campeón japonés, el Kashiwa Reysol, que se ganó el derecho a disputar las semifinales el miércoles frente al Santos brasileño.

El atacante Ryohei Hayashi marcó el penal definitivo, que condenó a los Rayados, donde fallaron sus lanzamientos Luis Pérez y el portero Jonathan Orozco. Los nipones sólo fallaron uno de sus tiros, el de Junyo Tanaka, y sellaron su pase en el partido de este domingo en Toyota.

En el tiempo reglamentario, el brasileño Leandro Domingues había adelantado al equipo anfitrión (53) y el chileno Humberto Suazo (58) había puesto el 1-1, inamovible hasta el final de la prolongación.

Como ocurrió el año pasado con el Pachuca, que cayó en cuartos ante el Mazembe congoleño (1-0), México fracasó en el Mundial de Clubes y continúa con su particular ‘maldición’: es el país con más participaciones -siete equipos en ocho ediciones-, pero nunca ha conseguido alcanzar la final del torneo.

El Monterrey, debutante en el Mundial, tampoco lo logrará este año y tendrá ahora que luchar el miércoles por el quinto puesto, un objetivo menor, frente al Esperance tunecino, que perdió en el otro duelo de cuartos de este domingo contra el Al Sadd catarí (2-1).

El equipo de Nuevo León cierra así un año irregular, en el que consiguió el mayor éxito de su historia al conquistar la Liga de Campeones de la Concacaf, pero después tuvo un pésimo final de 2011, quedando fuera de los ‘playoffs’ por el título en el torneo de Apertura y ahora fracasando en el Mundial.

El Kashiwa Reysol, entrenado por el brasileño Nelsinho Baptista, continúa en racha, después de proclamarse campeón de Japón el pasado fin de semana y encadenar en los últimos días victorias en el Mundial frente al Auckland (2-0) y ahora el Monterrey, lo que le permitirá medirse al Santos de Neymar.

El partido comenzó con claro dominio de los Rayados y ya en el minuto 2 estuvieron a punto de marcar, cuando Suazo conectó con el argentino Neri Cardozo, que disparó fuerte, pero el arquero Takaroni Sugeno salvó el tanto.

En el 13, Suazo, el hombre que en abril consiguió el tanto decisivo para conquistar el título continental en Estados Unidos, envió el balón al palo.

El veterano Lucho Pérez, que ya jugó el Mundial de Clubes en 2000 con el Necaxa, probó suerte en el 22 con un disparo con efecto que llevó mucho peligro al arco del equipo japonés, que poco a poco fue encontrando más espacios.

La mejor ocasión del equipo japonés en la primera mitad la tuvo el brasileño Jorge Wagner (34), que envió rozando el palo izquierdo desde la frontal del área, mientras que Junya Tanaka estuvo cerca de poner al Kashiwa por delante al borde del descanso, pero su remate de cabeza se fue fuera (45).

En la segunda mitad, el partido comenzó más equilibrado y los locales asestaron un primer zarpazo, cuando Tanaka avanzó por la izquierdo y envió el balón al centro del área, donde Leandro Domingues, el mejor jugador de la recién terminada liga japonesa de 2011, pegó de volea, directo a la red (53).

Sin mucho tiempo para que los nipones celebraran su ventaja, el Monterrey puso las cosas de nuevo igualadas y lo hizo por medio de un contragolpe en el que Suazo (58), de nuevo decisivo, recibió del argentino César ‘Chelito’ Delgado y puso el 1-1 con un disparo cruzado.

El propio Delgado envió en el 77 el balón de cabeza a la red, pero la jugada estaba invalidada por fuera de juego, y la batalla entre ambos equipos seguía en tablas, en un partido tenso y con alternativas, que llegó a la prolongación.

En ella, el chileno Suazo tuvo la mejor ocasión de los primeros quince minutos de la prórroga, pero su intento se fue alto (105+1) y en la segunda parte ambos parecieron asumir el desenlace por penales, donde el Kashiwa terminó de liquidar a un Monterrey hundido físicamente.