Polémica causó el anuncio realizado este martes, indicando que Ñublense no podrá jugar con Universidad Católica este sábado como estaba previsto en la calendarización de la ANFP, atendiendo la solicitud que Carabineros hizo a la Gobernación Provincial de Ñuble hace algunos días.

La medida se oficializó, tras una breve reunión realizada en la Gobernación de Ñuble, donde el Gobernador Eduardo Durán, Carabineros, la PDI, el Alcalde Sergio Zarzar y Ñublense, representado por su Gerente Hernán Rosenblum y los Directores Leonardo Cusacovich y Jack Behar, acordaron la postergación del encuentro hasta cuando el ente rector del Fútbol Chileno, lo estime conveniente.

“En este acuerdo primó el bien común de la población. Carabineros solicitó la postergación porque el partido se jugaría en plenas fiestas patrias, lo que significaba ocupar personal policial en la seguridad del estadio. Se atendió el requerimiento porque Carabineros precisa tener a su personal enfocado en la seguridad ciudadana en fondas y ramadas durante las festividades”, señaló el Gobernador Durán, destacando la buena disposición que el ejecutivo y la policía uniformada tienen para con el desarrollo de las actividades deportivas.

Conocida la situación, en San Carlos de Apoquindo señalaron desconocer el tema, pues la posible postergación aún no ha sido oficializada por la gerencia de programaciones de la ANFP.

Al respecto, en la entidad de Quilín aún no se pronuncian acerca de esta situación, aunque preliminarmente el anuncio de suspensión ha generado extrañeza y molestia, pues el cuadro de Chillán está castigado por los incidentes ocurridos en el partido ante Deportes Iquique en el Nelson Oyarzún.

En ese pleito, un grupo de hinchas ingresaron al gramado para encarar a los jugadores una vez terminado el partido, situación que fue castigada por el Tribunal Autónomo de Disciplina con un partido sin público, lo que debiera cumplirse ante la UC, por lo que no se justificaría una gran cantidad de funcionarios policiales para el resguardo del público.

El anuncio de las autoridades locales levantó de inmediato las sospechas en Quilín, pues si el cotejo ante los “cruzados” es suspendido, el castigo deberá cumplirse ante Cobresal, donde el público sería muchos menor que ante los universitarios.