Permitida por la Junji estaría la venta de ropa usada al interior de los jardines infantiles, situación que fue denunciada por una apoderada que no estuvo de acuerdo con la comercialización de los productos que supuestamente iban a ser regalados a los niños más pobres.

Tras la polémica que generó el reclamo del baratillo realizado en la Sala Cuna Renacer, la directora provincial de la Junji, Ximena Cereceda, reconoció que este tipo de iniciativas son normales dentro de los establecimientos.

La profesional aseguró que con ellas se financian las celebraciones de los niños, las cuales son desarrolladas por los centros de padres y deben ser infomadas a la Dirección del recinto.

Dichas actividades son programadas a inicio de año, en el calendario del Centro General de Apoderados, el que se elabora en conjunto con la directora del jardín infantil y previa aprobación de sus superiores.

Ante esto, Cereceda agregó que el equipo de funcionarias de las salas cuna apoya las instancias, no descartando que pudieran participar de ellas comercializando productos.

Lo anterior generó una tensa controversia entre los apoderados del jardín ubicado en la población 11 de septiembre de Los Ángeles, pues algunos consideran beneficiosa la venta de ropa, mientras otros dicen que es poco transparente, más cuando se pidió la vestimenta para ser regalada y no para ser vendida.