En representación de los países de América Latina y del Caribe (GRULAC), la embajadora de Uruguay en Ginebra, Laura Dupuy Lasserre, asumió por un año la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en una reunión celebrada el lunes en esta ciudad.

“Deseo agradecer a todos los países la confianza depositada en Uruguay y en mi persona para ocupar tan alto cargo, y en particular agradecer a la región de Latinoamérica y el Caribe, por nominarme como su representante en esta mesa, en el sexto ciclo del Consejo de Derechos Humanos”, manifestó Dupuy Lasserre al hacerse cargo de sus funciones.

La embajadora Dupuy Lasserre recordó que su país “padeció hasta hace algo más de dos décadas atrás una muy triste dictadura que conculcó derechos y libertades inherentes al ser humano”, la cual “afectó directamente a mi familia, con mi padre preso político y torturado, como tantas otras víctimas, que hoy quiero honrar”.

Diplomática de carrera desde 1992, Laura Dupuy Lasserre se ha ocupado de temas que vinculan los derechos humanos y el medio ambiente, pero también de cuestiones de comercio y niños, incluyendo actividades en Ginebra y en la Organización de Estados Americanos (OEA), indicó el presidente saliente del Consejo, el tailandés Sihasak Phuangketkeow.

El presidente de este Consejo se renueva todos los años y surge de uno de los cinco grupos regionales en que se organizan los 47 Estados que lo componen, los cuales se van rotando para ejercer ese mandato, una designación que históricamente se ha venido dando por consenso, como en este caso con Uruguay.

Los 47 Estados de este Consejo son elegidos por el voto secreto de la Asamblea General de la ONU, cuyo tercio cambia anualmente, lo que ocurrió también el lunes. América Latina y el Caribe cuentan con 8 escaños.

A Brasil y Argentina los reemplazaron Costa Rica y Perú. Chile renovó su permanencia por un nuevo ciclo. Continúan Ecuador, Cuba, Guatemala, México y Uruguay.