Los cuatro comuneros mapuche que cumplen este domingo 82 días de huelga de hambre a base de líquidos para exigir la anulación de un juicio que los condenó por el ataque a un fiscal y el robo de madera, se mantienen “muy delicados” pero sin riesgo vital, dijo una fuente médica.

Los comuneros resolvieron mantener su huelga luego de que este viernes la Corte Suprema confirmó el juicio que los condenó, aunque aceptó rebajar desde 20 a 25 años de prisión, a una sentencia de 14 y 8 años de presidio.

“Se puede decir que se encuentran en un estado muy delicado, pero también hay que ser claros de que no se encuentran en riesgo vital”, dijo el director del hospital de Victoria, Joaquín Sanzana.

Los cuatro mapuches han bajado entre 20 y 25 kilos y acusan un deterioro generalizado de su condición de salud.

Con la resolución de la Corte Suprema, Héctor Llaitul -sindicado como líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAN) que reivindica la cultura mapuche y la restitución de tierras-, quedó condenado a 14 años de prisión, mientras que Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huillical recibieron una condena total de 8 años.

Todos son acusados del atentar contra el fiscal regional Mario Elgueta en noviembre de 2008 y el robo con intimidación de madera ese mismo año.

Su defensa anunció que llevará el caso hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Los huelguistas aspiraban a la anulación total del juicio alegando que fueron sometidos a una ‘ley antiterrorista’, que permitió el uso de ‘testigos sin rostro’, pese a que no se logró determinar que conformaran una ‘asociación
ilícita terrorista’.

Los mapuche -o “gente de la tierra”, en su lengua nativa- suman unos 700.000 (entre los 16 millones de habitantes de Chile), concentrados en una reducida zona del sur chileno, con niveles de pobreza que doblan al resto de la población. Algunas comunidades reivindican la restitución de tierras que consideran propias por derechos ancestrales.