La carrera para suceder a Dominique Strauss-Kahn al frente del FMI se abrió oficialmente este lunes con la ministra francesa de Finanzas Christine Lagarde como gran favorita y al menos tres adversarios declarados, entre ellos el mexicano Agustin Carstens.

El Consejo de Administración, integrado por representantes de 24 países y grupos de países, tendrá que analizar desde este lunes y hasta el 10 de junio las candidaturas recibidas. Su “objetivo” es designar a un nuevo director ejecutivo “para el 30 de junio”.

Ha prometido que esta elección será “abierta, fundada en el mérito y transparente”, aunque el procedimiento que prevé que sea un europeo el que ocupe este puesto no ha cambiado.

Si hubiera cuatro candidatos o más, esta terna buscará “por consenso” o en su defecto, por votación, reducir la lista a tres nombres. Los finalistas serán entrevistados en Washington, sede de la institución.

Si bien Lagarde todavía no ha hecho oficial su interés por suceder a su compatriota Strauss-Kahn, obligado a dimitir tras su detención en Nueva York por intento de violación y agresión sexual, la ministra francesa dio su primera declaración pública sobre este asunto a la cadena CNBC.

“Diría que es interesante, pero que es claramente prematuro”, declaró. Señaló además que “la decisión es de a otros y no mía”.

Lagarde aparece desde hace días como la mejor situada por la candidatura europea y sus posibilidades recibieron un espaldarazo este fin de semana con el apoyo de los ministros alemán y británico de Finanzas, Wolfgang Schäuble y George Osborne.

“Si Christine Lagarde decide ser candidata, Europa tendría las mayores posibilidades de ocupar de nuevo este puesto”, declaró Schäuble.

“Desde el punto de vista del mérito, yo creo que Christine (Lagarde) es la candidata evidente para el FMI, por lo que Gran Bretaña la va a apoyar”, dijo Osborne.

El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, también se mostró interesado en el cargo lo que debilitó eventualmente el frente europeo, y destacó su experiencia de ministro de Finanzas, cartera que ocupa desde 1999.

También ocupa un cargo desde “hace doce años” en el Comité Monetario y Financiero Internacional, encargado de asesorar a la dirección del FMI.

Tras dejar claro que Christine Lagarde es “muy concretamente” favorita, criticó la pretensión de Francia de querer guardar para sí el puesto de director general del FMI después de “DSK”, como es conocido el dimisionario director en su país.

Francia ha ocupado estas funciones durante 34 de los 66 años del FMI.

Reynders se presenta como alternativa, si su colega francesa se ve impedida por algunos problemas judiciales que podrían surgirle en su país.

Un fiscal francés amenazó recientemente con investigar su gestión en el arreglo, por un tribunal de arbitraje, de un litigio que oponía al empresario y político Bernard Tapie al banco Credit Lyonnais, que tuvo que pagar 240 millones de euros el hombre de negocios francés, además de un centenar de millones de intereses y 45 millones por daños morales.

Una decisión que debe adoptarse en las próximas semanas.

Fuera de Europa, Lagarde tendrá que superar las pretensiones de los países emergentes para ocupar la dirección del FMI, que siempre ha estado en manos de un europeo.

México anunció el domingo que presenta la candidatura del gobernador del Banco Central, Agustin Carstens.

Malasia indicó el lunes que su país desea que el nuevo patrón del FMI proceda de un país emergente.

La Comunidad de Estados Independientes (ex Unión Soviética menos los países Bálticos y Georgia), presentó la candidatura del jefe del Banco Central de Kazajastán, Grigori Martchenko.

También se habla de posibles candidatos chinos, indios y sudafricanos.