El jefe de fila de los ministros de Finanzas de la Eurozona, Jean-Claude Juncker, se dijo el lunes “profundamente triste” y “decepcionado” tras la inculpación del director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, en Nueva York, y criticó a los países que lanzaron el debate sobre su sucesión.

“Estoy triste y conmocionado”, indicó en una conferencia de prensa luego de una reunión ministerial en Bruselas, recordando que Dominique Strauss-Kahn es “un buen amigo”.

“No me gustaron las imágenes que vi en la televisión esta mañana”, subrayó en alusión al director gerente del Fondo Monetario Internacional esposado por la policía de Nueva York.

“Strauss-Kahn está en manos de la justicia estadounidense, no somos nosotros los que debemos hacer comentarios sobre eso, pero ello me deja profundamente, profundamente triste”, agregó Juncker.

Al mismo tiempo criticó con vehemencia a los responsables políticos europeos que comenzaron a discutir sobre la sucesión de Strauss-Kahn al frente del FMI sin esperar el fin de la causa en la que se lo inculpó por intento de violación.

“Es indecente ver que ciertos gobiernos empezaron este debate, es un debate que no tiene lugar”, estimó Juncker.

“Mientras que Dominique Strauss-Kahn no renunció, me rehusaré a responder a esta pregunta”, agregó el primer ministro luxemburgués al respecto de las interrogaciones sobre el perfil del próximo director gerente del FMI.

Inculpado y detenido, el francés no renunció a sus funciones en el FMI. La institución lo reemplazó de momento por el número dos de la institución.

Pero Alemania y Bélgica ya lanzaron el debate defendiendo que su puesto siga ocupado por un europeo, en momentos en que la zona euro está en crisis y cuando los países emergentes piden que uno de los suyos acceda finalmente a esta función.

El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, juzgó “preferible que Europa continúe ocupando este puesto”, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, avanzó “buenas razones para decir que Europa tiene buenos candidatos”.

Desde 1946 el puesto de director gerente del FMI lo ocupa un europeo. En total, por 34 años fue para un francés. Cuando Strauss-Kahn presentó su candidatura en 2007, Juncker lo presentó como el último director gerente que impondría Europa antes de ceder el cargo a otros.