Los casos de bullying han aumentado de manera considerable en nuestro país. En este escenario Macarena Urenda, Presidenta de la Comisión de Educación y Concejala de Viña del Mar, entregó algunas claves para reconocer si un niño está siendo víctima de matonaje escolar.

La especialista afirma que “los padres deberían estar atentos a los cambios significativos de conducta por parte de sus hijos. Por ejemplo, síntomas depresivos, que se pongan ansiosos con facilidad, dolor abdominal, problemas de sueño, sentirse tenso o cansado, mojar la cama o la disminución del apetito. Estos elementos deben ponerlos en alerta”.

“También hay que considerar que en general los varones son más agresivos que las niñas. Estas últimas suelen usar métodos más indirectos de hostilidad, como por ejemplo la agresión verbal. Los escolares involucrados están mayoritariamente en el período de adolescencia temprana, ya que se ha visto que los adolescentes mayores participan menos en este tipo de conductas”, sostiene.

Urenda considera fundamental “el rol de los docentes para mitigar el bullying. Los profesores son muy importantes porque son modelos de conducta para sus alumnos. Un profesor agresivo, por ejemplo, va a propiciar consciente o inconscientemente que en sus clases se den conductas de ese tipo. En cambio, un profesor que es tolerante y propicia la colaboración va a influir de modo positivo, generando un clima de respeto y cooperación en el aula. En general, se puede afirmar que la relación de los alumnos con su profesores es un indicador, y está probado que aquellos estudiantes que tienen una buena relación con sus profesores participan menos en conductas agresivas”.

La Presidenta de la Comisión de Educación de la Ciudad Jardín asegura que “existen pocos casos de bullying en la comuna. Para los colegios municipales de Viña tenemos los planes de mejoramiento de la convivencia escolar. Se aborda el tema de la conducta de los alumnos con un enfoque más bien preventivo y con un lenguaje positivo. Probablemente ésta sea una de las razones que explicarían que los casos de bullying detectados en los colegios municipales de la ciudad hayan sido tan aislados”.

“Los planes son liderados por los orientadores, inspectores y profesores jefes de cada establecimiento educacional, con la finalidad de que los jóvenes aprendan a interactuar respetuosamente, de forma tolerante y a rechazar las conductas de violencia y de agresión como patrón de comportamiento”, añade.

Cómo apoyar a un escolar víctima de bullying
La experta dice que “lo más importante en el tema de la violencia entre escolares es la prevención. Sin embargo, debe existir un apoyo permanente hacia el alumno afectado. Un vez que ha ocurrido el hecho hay que romper la barrera del silencio, informar a las autoridades escolares y a los padres, y además buscar apoyo profesional. Sólo si el estudiante agredido se siente apoyado y es atendido podrá superarlo en forma adecuada”.

“Insisto que la clave para combatir el bullying está en la prevención y no en la reacción. Para ello hay que tener en cuenta una serie de consideraciones tanto en el hogar como en el colegio. Se deben presentar normas claras y consistentes, una presencia y compromiso por parte de los adultos y una mayor supervisión en los recreos durante el tiempo que el niño pasa en el colegio. Pero lo más importante es desarrollar habilidades para resolver pacíficamente los conflictos”, aclara Macarena Urenda.