Indígenas y policías se enfrentaron el sábado en Panamá, en el tercer día consecutivo de protestas y cortes de vías que exigen al gobierno derogar una reciente reforma al código minero, según dirigentes y autoridades.

Cuatro uniformados resultaron heridos y cinco personas fueron detenidas por los disturbios, informó la Policía en un comunicado.

Entre los capturados está el periodista español Paco Gómez, coordinador en Panamá de la organización Human Rights Everywhere, acusado por el gobierno de azuzar las protestas, por lo que podría ser expulsado del país.

Medios locales hablan de varias decenas de heridos y un número indeterminado de detenidos por los duros enfrentamientos en varios puntos de las provincias de Veraguas y Chiriquí (oeste).

Los choques se produjeron cuando la policía intentó levantar las barricadas instaladas en distintos puntos de la vía Panamericana, que conecta la capital panameña con Costa Rica y había sido cortada al tráfico de forma alterna en los tres últimos días.

Los manifestantes exigen la derogación de una ley sancionada por el presidente Ricardo Martinelli, que según el gobierno busca atraer inversiones extranjeras para la exploración y explotación de minerales.

El gobierno dice que las empresas concesionarias pagarán más regalías que se utilizarán en aumentar el gasto social, pero los sectores opuestos rechazan la reforma por considerar que atenta contra el medio ambiente y entrega a compañías extranjeras la riqueza del país.

Más temprano, la dirigente indígena Juliana Santiago aseguró en RPC Radio que una niña habría fallecido producto de la inhalación de humo durante los enfrentamientos, lo que fue desmentido por la Policía.

“Los antimotines tienen más de tres horas de estar reprimiendo a la gente”, dijo Santiago, y agregó que “la población está protestando por la justa causa que es defender el derecho a sus recursos naturales”.

“Las autoridades médicas negaron que se haya producido alguna muerte en los enfrentamientos entre las unidades antidisturbios e indígenas en las provincias donde se registraron manifestaciones y cierres de vías”, enfatizó la policía.

El presidente Martinelli advirtió que la protesta pareciera de corte político “porque hay personas con otros intereses”.

Asimismo, indicó que en las protestas podrían estar vinculados “extranjeros que no quieren que aquí en Panamá echemos hacia adelante y que por política están haciendo lo imposible para crear el caos y el desasosiego”.

“Llamamos a un diálogo sincero y sin condiciones para que entre todos busquemos el bien común para Panamá”, dijo por su parte el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.