El papa Benedicto XVI exhortó a los miembros de la Iglesia a renovarse, tras cuestionarse sobre los errores cometidos que llevaron a los escándalos por pedofilia.

vatican.va

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“Debemos interrogarnos sobre lo que es equivocado… sobre lo que significa ser cristiano, sobre el hecho de que se haya llegado a ello”, dijo el Papa al recibir a los miembros de la curia romana con ocasión de Navidad.

En su discurso, ante cientos de cardenales y obispos congregados en el Vaticano, Benedicto XVI hizo un balance del año y tildó de “humillación” para la Iglesia los escándalos que estallaron por la pedofilia de los curas en varios países de Europa, Estados Unidos y América Latina.

“Debemos aceptar esa humillación como una exhortación a la verdad, como un llamado a la renovación. Sólo la verdad salva”, manifestó, según el texto divulgado en italiano por el Vaticano.

Para el pontífice, la Iglesia debe “interrogarse sobre lo que puede hacer para reparar como sea esa injusticia”.

Benedicto XVI exhortó también a la Iglesia a “la penitencia”.

“Debemos preguntarnos sobre qué estuvo mal en nuestro mensaje, en la manera completa de configurar el ser cristiano, que permitió que este tipo de cosas ocurriera. Debemos encontrar una nueva determinación en la fe y en la bondad”, afirmó.

El jefe de la Iglesia católica considera clave la formación de sacerdotes para evitar que aquellos que abusan de menores lleguen a ser ordenados, así como establecer una forma de ayudar a las víctimas de los sacerdotes pederastas.

Benedicto XVI reconoció que la magnitud de los escándalos era “inimaginable” y reiteró que abusar de menores es el mayor pecado dentro de la Iglesia, porque hiere “profundamente” a la persona desde su infancia, marcándola “para toda la vida”.

Si bien el Papa admitió que es “consciente” de la gravedad de ese pecado así como de la responsabilidad de la Iglesia, “no puede callar tampoco el contexto en que esos hechos ocurrieron”.

“Existe un mercado de la pornografía infantil que es considerado de alguna manera por la sociedad como algo normal”, comentó.

“En la década de los 70 la pedofilia fue teorizada como algo acorde al hombre”, agregó.

El Papa condenó también el “turismo sexual”, que “amenaza una generación entera” y atenta contra “la libertad y la dignidad”, agregó.

Igualmente censuró “la droga”, “una fuerza creciente” que dijo “extiende sus tentáculos en todo el globo terrestre”.

El Vaticano prepara una “carta circular” para los obispos de todo el mundo con el “programa” para una lucha “eficaz y coordinada” contra la pedofilia en la Iglesia católica, anunció en noviembre pasado la Santa Sede.

La ola de escándalos por los abusos a menores empezó a finales del año pasado en Irlanda y se extendió a Alemania, Austria, Italia, Holanda, Bélgica, además de Estados Unidos y varios países de América Latina.