La posición del papa Benedicto XVI, que admite el uso del preservativo “en ciertos casos”, provocó un vivo debate el lunes en Filipinas, el mayor país católico de Asia, donde la Iglesia y el gobierno actual se oponen sobre el tema de la contracepción.

Wikimedia Commons

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En un libro de entrevistas, titulado “La luz del mundo”, que saldrá a la venta el martes en Italia y Alemania, el Papa admite por primera vez que se use el preservativo “en ciertos casos” con el fin de “reducir los riesgos de contaminación” de sida.

Los comentarios del sumo pontífice llenaron el lunes las portadas de los periódicos filipinos, en un país cuyo presidente, Benigno Aquino, anunció recientemente que el gobierno financiaría la contracepción para las parejas más pobres, pese a la fuerte oposición de la influyente Iglesia.

Para el presidente Aquino, la posición del Papa debería contribuir a convencer a la Iglesia frente a este proyecto de ley sobre la contracepción.

“Nuestro clero no puede ser más papista que el Papa”, declaró el portavoz del presidente, Ricky Carandang.

Por su lado, la Iglesia filipina juzgó que la interpretación de los comentarios del Papa había sido exagerada.

“Los últimos comentarios del Santo Padre sobre la utilización del preservativo no cambian para nada la posición de la Iglesia sobre la contracepción artificial”, declaró Monseñor Juanito Figura, secretario general de la Conferencia de los obispos católicos de Filipinas.

“El Santo Padre no habla (del uso del preservativo) en el contexto de control de la población”, agregó. “Habla del condón como un medio permitido, pero no como un medio principal para prevenir el desarrollo del virus del sida. El condón no es la solución moral a la alarmante propagación del sida”, concluyó Figura.

La población de Filipinas es de 94 millones de habitantes, cifra que se ha duplicado en 30 años.