A un año de la muerte de un menor en Cabrero, quien falleció producto del escopetazo percutado por un amigo, continua el calvario para la familia.

Esto porque comenzó el proceso de mediación ante el Consejo de Defensa del Estado, entre el Servicio de Salud Bío-Bío y los denunciantes, quienes acusan al Hospital Base de Los Ángeles por negligencia médica.

Esto luego que el menor muriera por el disparo, sin ser su cuerpo derivado al Servicio Médico Legal, sino a la familia, quien lo sepultó y luego debió acceder al exhumación de su cuerpo.

En ese contexto el abogado Mario Hidalgo, quien sustancia el caso, explicó que en este tipo de procesos no siempre se llega a acuerdo, por lo que esperan recurrir a los tribunales de justicia.

El jurista agregó que a un poco más de un año de la muerte del menor en un confuso incidente, la familia aún no puede sanar su herida, ya que el proceso judicial continúa inconcluso.

Recordemos que además de este recurso jurídico, en los tribunales de Cabrero se interpuso una demanda en noviembre del año pasado, contra los padres del menor que percutó el disparo de escopeta.

Esto con el fin de hacer efectiva la responsabilidad civil que en este hecho le corresponde a los padres del menor que causó la muerte de Alexis Catalán Aranda.