Armenia inauguró este sábado el teleférico más largo del mundo, con cabinas que se deslizan por un cable de 5,7 km atravesando el espectacular cañón de Vorotan hasta el monasterio de Tatev, en el sur de esta ex república soviética, constató una periodista de la AFP.

El presidente armenio Serge Sarkissian y el principal dignatario de la Iglesia apostólica armenia, Karekin II, que se reunieron al pie de una montaña cerca de la frontera con Irán, realizaron el primer viaje oficial a bordo del teleférico sobre el cañón de Vorotan, acompañados por otros invitados.

Este nuevo enlace permitirá llegar en cualquier época del año al monasterio de Tatev, un complejo que data del siglo IX y constituye uno de los principales centros religiosos del país, así como una importante atracción turística.

Estas infraestructuras costaron 18 millones de dólares, unos 8 mil 550 millones de pesos chilenos, y fueron financiadas en su mayor parte por fondos privados, según la Fundación Nacional de la Competitividad de Armenia, que supervisó el proyecto.

Armenia, un país pobre que tiene fronteras con Turquía, Irán, Azerbaiyán y Georgia, trata de desarrollar el turismo, sobre todo gracias a su patrimonio histórico.

Hasta ahora, el teleférico más largo de mundo era el de Sandia Peak, en Nuevo México, con un recorrido de 4,3 km.