Con una vigilia en su casa en la comuna de Penco, familiares y amigos de Raúl Bustos, el minero de Talcahuano, comenzaron la cuenta regresiva para el rescate definitivo del ex operario de Asmar.

Vigilia

Imagen: Rodrigo Cáceres

Con la misma bandera de Chile con la que caminó desde Concepción a Yumbel a pagar una manda a San Sebastián, luego de saber que su hermano se encontraba con vida, José Bustos junto a su familia y amigos más cercanos comenzó anoche la espera por verlo nuevamente en la superficie tras 69 días de angustia.

Según indicó no estará tranquilo hasta poder abrazarlo nuevamente.

Pamela Campos, cuñada de Raúl, quien es mecánico de profesión -que recordemos viajó hasta el norte del país en busca de empleo tras la destrucción de Asmar, donde laboraba hasta antes del 27 de febrero- agradeció a todos quienes rezaron por la vida de los 33.

De igual forma, en la Catedral de Concepción cerca de cuarenta personas llegaron a la celebración de una eucaristía de acción de gracias, con la que la comunidad católica penquista espera el rescate de los mineros atrapados desde agosto, en la mina San José.