Los cancilleres de la Unasur buscarán acercar a Colombia y Venezuela tras la ruptura de relaciones, en una cita el jueves en Quito, en la que Caracas denunciará agresiones de Bogotá, que acusa a su vecino de albergar a guerrilleros y exigirá medidas que pongan fin a esa situación.

Se debe “salir con la posibilidad, por lo menos con la esperanza, de que se retomen las conversaciones lo más pronto posible entre dos países hermanos, que deberían siempre estar unidos”, dijo el miércoles el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, a la cadena Telesur.

La reunión fue convocada por Ecuador, que preside temporalmente la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a petición de Venezuela, luego de que el pasado jueves Colombia denunciara en la OEA que unos 1.500 rebeldes de las FARC y el ELN, incluidos varios dirigentes, se refugian en territorio venezolano con la complicidad de algunas autoridades.

En rechazo a esa acusación que consideró falsa, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, rompió relaciones con Colombia ese mismo jueves y puso en alerta a las Fuerzas Armadas.

Chávez aseguró el fin de semana que una “agresión” desde Colombia con apoyo de Estados Unidos “tiene una probabilidad como nunca la tuvo en todos estos años”, lo que fue negado por Bogotá y Washington.

Asimismo, amenazó con suspender la venta de petróleo a Estados Unidos -del cual es el quinto surtidor- en caso de un conflicto armado.

Pese a descartar la posibilidad de un ataque, Washington sostuvo que las denuncias del mandatario saliente, Alvaro Uribe, deben ser tomadas “muy en serio” e investigadas “en su totalidad”.

Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo el miércoles que conversará mucho con Chávez y con el nuevo mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, a partir de la próxima semana porque “el tiempo es de paz y no de guerra”.

Previo al encuentro de emergencia de la Unasur, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, realizó una gira por Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Chile, Perú y Bolivia, para abordar la crisis con sus pares y varios presidentes.

En paralelo, Santos, que asumirá el poder el 7 de agosto, visitó México, Costa Rica, Panamá, Chile, Argentina y Perú, aunque evitó referirse públicamente al quiebre diplomático.

Maduro indicó que su periplo buscaba evitar que Uribe realice alguna “acción desesperada” contra Venezuela, que tiene desplegados en la frontera de más de 2.200 km con Colombia a unos 20.000 efectivos, según fuentes militares.

El canciller venezolano también anunció que este jueves presentará ante la Unasur una propuesta de paz para Colombia, que Uribe rechazó como una “injerencia” en asuntos internos y un intento por “oxigenar” a las guerrillas de izquierda.

“En esa trampita no vamos a caer. Solamente demandamos de la comunidad internacional cumplir las normas internacionales” en cuanto a “luchar contra el terrorismo y no albergarlo en parte alguna”, señaló Uribe.

El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, indicó a su vez que “un verdadero plan de paz pasa por capturar a los terroristas, por no permitir su presencia con la convivencia de algunas autoridades”.

Asimismo, anticipó que pedirá a la Unasur discutir un “mecanismo concreto y eficaz para evitar la presencia de las FARC en Venezuela” o cualquier otro país.

En medio de la retórica, Chávez abrió una ventana de acercamiento a partir de la toma de posesión de Santos, ex ministro de Defensa de Uribe y a quien tildó en el pasado de “amenaza para la región”.

“Tenemos que recibir señales claras e inequívocas de que hay una voluntad política real en el nuevo gobierno de Colombia, para reemprender el camino del diálogo, sin trampas”, escribió Chávez en la prensa el fin de semana.