Cerca de medio centenar de familiares y amigos de los profesionales comunistas asesinados durante la dictadura militar, en lo que se conoció como el “caso degollados”, pidieron formalmente la salida del recientemente designado director de Gendarmería.
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Esto debido a que los familiares y amigos de José Manuel Parada, Santiago Nattino y Manuel Guerrero, profesionales comunistas brutalmente asesinados en dictadura, consideran que el nombramiento de Iván Andrusco Aspé a la cabeza de Gendarmería, “golpea su dignidad y los ofende”.
Así lo explicó Manuel Guerreo Antequera, actual concejal de Ñuñoa e hijo de uno de los fallecidos y, quien entregó parte de los arguentos para exigir al Presidente Piñera la salida de este general de Carabinero en retiro.
Para Owana Madera, viuda de Manuel Guerreo, esta situación fue calificada como una “provocación por parte del Gobierno”.
Además sostuvo que estos hechos generan “desconfianza”, ya que esto podría ser solo el punto de partida para que personas vinculadas a las violaciones de DDHH ocupen altos cargos públicos.
En la misiva que entregaron al Mandatario, los familiares de las víctimas fundaron su petición en que Andrusco tendría la facultad para evaluar el comportamiento de militares encarcelados, lo que puede incidir en la otorgación de beneficios.
El pasado 29 de marzo, el ministro de Justicia, Felipe Bulnes, designó a Andrusco Aspé como Director Nacional de Gendarmería.
