La ley de calidad de la vivienda y los seguros asociados a los créditos hipotecarios o los contratados en forma independiente, dan algo de tranquilidad a quienes perdieron inmuebles o bienes posterior al terremoto.
Dudas como ¿Qué hago si mi vivienda sufrió daños por el terremoto? ¿Cómo sé si cuento con seguro antisismos? o ¿Cuál es el plazo para denunciar el siniestro? son sólo algunas de las interrogantes que inquietan a los dueños de viviendas y departamentos que evidenciaron deterioros tras el violento terremoto.
En estricto rigor todas las viviendas adquiridas en Chile, a través de un crédito hipotecario cuentan con un seguro, y en su mayoría con uno que las protege contra incendios y adicionalmente contra terremoto, sismos o daños causados por fenómenos de la naturaleza.
Las aseguradoras estiman que tras el terremoto se declararán unos 200.000 siniestros, sin embargo, lo que más preocupa a las autoridades es lograr un mecanismo que haga fluida y rápida la respuestas de estas empresas.
La Ley de Calidad de la Vivienda también resguarda a los consumidores. La garantía legal de todos los inmuebles dura 10 años después de su construcción por fallas estructurales, 5 por instalaciones y 3 años por terminaciones, lo que obliga a la empresa constructora a responder en caso de sufrir daños.
Frente a esto, las empresas inmobiliarias estarían obligadas a responder y de lo contrario los usuarios deberán iniciar una acción civil, la que requerirá del informe de un experto, quien precise las causas del agrietamiento o desnivel sufrido.
Un caso diferente es el que opera para quienes ya tienen sus casas pagadas y contratan seguros especiales para estos inmuebles, en muchos casos no sólo protegen del daño estructural sino también las pertenecias.
En esta materia, es muy importante tener claro el concepto de “deducible”, pues el seguro sólo le cubrirá daños superiores a la cantidad de dinero que indica.
Pese a que en la Asociación Nacional de Aseguradoras señalan que es muy pronto para decir que los valores de los seguros registrarán un alza, no hay que ser adivino para intuirlo, en especial considerando el gran número de casas siniestradas posterior al sismo.