“Hemos concebido este sextoy como una declaración de amor un tanto especial para gente rica”, explicó a la AFP el joyero Jean-François Tokars, quien aseguró que existe un mercado para estos objetos, de los cuales ya ha vendido varios.

Para que el objeto no sea demasiado pesado “y sea cómodo al usar” es hueco, pero su estructura es en oro macizo.

La iniciativa del joyero no sorprende a Alain Plumay, curador del Museo del Erotismo de París: “hay una suerte de continuidad. Los objetos de representación fálica realizados en materiales preciosos como los cuernos de ciervo, marfil o bronce existen desde el neolítico”, dijo a la AFP.