El primer ministro británico, Gordon Brown, aceptó declarar ante la comisión de investigación sobre la participación británica en Irak antes de las elecciones generales, previstas a más tardar en junio próximo, anunció este viernes el presidente del panel, John Chilcot.

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Chilcot, había dicho antes de Navidad que el actual inquilino de Downing Street no sería convocado hasta pasadas las elecciones para que su declaración no fuera explotada políticamente, agregó que Brown aceptó declarar en febrero en o en marzo.

En una declaración en la apertura de la sesión, el ex alto funcionario indicó que tras recibir la semana pasada una primera carta de Brown, le ofreció la oportunidad de hacerlo antes “como acto de equidad”.

“El primer ministro me contestó esta mañana diciendo que estará contento de elegir una fecha entre las que le hemos propuesto durante los dos próximos meses”, agregó Chilcot en una declaración en la apertura de la sesión.

El actual ministro de Relaciones Exteriores, David Miliband, y el titular de Desarrollo Internacional, Douglas Alexander, también deberían comparecer antes de los comicios, que según todos los sondeos los laboristas deberían perder.

Brown, que era ministro de Finanzas del gobierno de Tony Blair al comenzar la guerra de Irak en 2003 y le sucedió tras su dimisión en 2007, estaba sujeto a una creciente presión de la oposición para que explicara su papel en la controvertida decisión de participar en el conflicto junto a Estados Unidos.

Al declarar el pasado martes, el ex ministro de Defensa en la época, Geoff Hoon, acusó a Brown de haber negado al ejército británico financiación estratégica antes y después de la invasión de Irak.

El testigo más esperado en esta investigación, el ex primer ministro Tony Blair, declarará ante la comisión el próximo 29 de enero.

La comparecencia de Blair será precedida dos días antes, el 27, por la del ex fiscal general británico, Peter Goldsmith, quien unos días antes de la invasión del 20 de marzo defendió en el parlamento la “legalidad” de la guerra, pese a la ausencia de una resolución de la ONU.

Una de las cosas que trata de determinar la comisión Chilcot es si Blair y sus principales ministros de la época, que justificaron públicamente la invasión de Irak por la amenaza que representaba la presencia de armas de destrucción masiva, sabían desde antes que Saddam Hussein no las tenía.