El Congreso de Honduras comienza este martes a debatir un polémico proyecto de amnistía para los delitos políticos cometidos por quienes intervinieron en el golpe de Estado del 28 de junio, que expulsó de la presidencia y del país a Manuel Zelaya.

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El presidente del legislativo hondureño, José Saavedra, convocó al plenario para empezar a discutir el proyecto, rechazado por el propio Zelaya y sus seguidores de la ‘Resistencia contra el golpe’.

“La amnistía servirá para que todos los delitos que se cometieron durante el golpe queden impunes”, sostiene Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil desde el 21 de septiembre, tras regresar de incógnito a Honduras.

Delitos comunes como enriquecimiento ilícito y malversación de fondos no están incluidos en la iniciativa.

Expertos ven en la amnistía una opción para que Honduras supere la crisis política y se enfile hacia la reconciliación nacional y que la comunidad internacional reconozca al gobierno de Porfirio Lobo, que ganó las elecciones del 29 de noviembre y asumirá el 27 de enero.

Lobo, que apoyó el golpe de Estado, pidió al Congreso a mediados de diciembre aprobar una amnistía, tras reunirse en Costa Rica con el mandatario Oscar Arias y con el de Panamá, Ricardo Martinelli.

“Hay que ponerle sello a esta crisis. No debe haber vencedores ni vencidos”, argumenta Lobo, que prevé restablecer relaciones con la comunidad internacional.

Honduras quedó sumida en una crisis política desde que el Congreso depuso a Zelaya y en su lugar instaló un gobierno de facto presidido por Roberto Micheletti, a quien ningún país reconoce.