Más de 120 incendios incontrolados causados por la combinación de fuertes vientos, sequía y altas temperaturas arrasaban el jueves el sureste de Australia, informaron responsables.
Unos 2.000 bomberos luchaban contra las llamas en las zonas afectadas de New South Wales y Queensland, algunas de ellas cercanas a granjas.
Los bomberos también advirtieron a los habitantes de algunas ciudades que debían estar listos para evacuar sus casas ya que el fuego “puede hacerse incontrolable, imprevisible y moverse rápido”.
En miércoles, un guardia forestal murió y un piloto resultó seriamente herido cuando el helicóptero en el que iban se estrelló. El día precedente, dos helicópteros cisterna sufrieron un percance en vuelo pero no hubo víctimas.
Australia tiene vivo el recuerdo de febrero, cuando el fuego arrasó ciudades enteras y causó la muerte de 173 personas en el estado de Victoria.